Godzilla-2014-Poster

Unos tremendos temblores de tierra producen una catástrofe en una central nuclear en Japón, donde trabajan el ingeniero Joe Brody y su esposa. 15 años después su hijo es un marine experto desactivador de bombas, casado y con un niño. Pero Joe sigue obsesionado por lo que ocasionó la catástrofe, y los registros de nuevos temblores sacan a la luz un secreto ocultado por científicos y agentes gubernamentales, la existencia de una extraña criatura de corte prehistórico que se alimenta de radioactividad, y que tras las bombas de Nagasaki e Hiroshima parece que no descansa. Además, se diría que no está sola…

Director: Gareth Edwards

Intérpretes: Aaron Taylor-Johnson, Elizabeth Olsen, Bryan Cranston, Sally Hawkins, Juliette Binoche

Guión: Max Borenstein, Dave Callaham

Duración: 123′

Género: Acción, Ciencia-ficción

Estreno: 16/05/2014

Público: +12

Valoración: **

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 0

Acción: 5

Amor: 0

Violencia: 2

Sexo: 0

Crítica:

Revisitación de las míticas películas japonesas de monstruos de la Toho, protagonizadas por el inolvidable Godzilla, que hizo su primera aparición en las pantallas de la mano de Ishiro Honda en 1954. La intención ha sido presentar al monstruo con el aspecto original, pero con el realismo que facilitan los efectos visuales digitales de hoy, frente al actor de antaño vestido con un traje de látex y destrozando maquetas de edificios. De modo que hay un alejamiento en este aspecto del enfoque de reinvención hollywoodiense de 1998, que sirvió fallidamente el experto en películas catastrofistas “de demolición” Roland Emmerich. Aquí está detrás Gareth Edwards, quien siendo responsable de una apañada película de monstruos de ajustado presupuesto titulada Monsters, tiene la  oportunidad de reincidir en la materia con los medios que proporciona un gran estudio. El director es lo bastante inteligente para concebir escenas vistosas, pero sin olvidar que lo que le dio la fama era sugerir, crear una atmósfera más o menos angustiosa.

Godzilla es un film entretenido, pero irregular, acaba resultando cansino. Como en tantas cintas catastrofistas, trata de describir inicialmente a los personajes y sus pequeños dramas, pero sus avatares no dejan de ser demasiado elementales. Contar con actores prestigiosos del cine “indie” –Elizabeth Olsen, David Strathairn, Juliette Binoche, la revelación de Breaking Bad Bryan Cranston, Sally Hawkins…– permitía albergar esperanzas sobre cierta complejidad en sus conflictos, pero aquéllas pronto se desvanecen. Y la moraleja apocalíptica medioambiental –“La arrogancia del ser humano le hace creer que tiene la naturaleza bajo control, en lugar de al revés”, asegura el científico encarnado por Ken Watanabe, en línea con el Noé de Russell Crowe– tiene exactamente la misma simplicidad, lejos de nosotros el peligroso ejercicio de pensar.

Así que queda sobre todo el espectáculo visual y la pirotecnia de efectos especiales. Y ciertamente hay algunas escenas impactantes, porque justo es decir que Edwards demuestra talento en el ritmo y los planos de los pasajes en San Francisco del Golden Gate y del clímax en Chinatown, con un buen uso del sonido y la partitura musical de Alexandre Desplat. E incluso algunas que incluyen el elemento humano, la escena en la central nuclear con la puerta que separa a supervivientes y seguras víctimas es muy efectiva.

Fuente: www.decine21.com