El fútbol es uno de los pilares de la televisión. El pasado martes el minuto más visto del día, con 11.575.000 espectadores y un 51,8% de cuota de pantalla, correspondió al partido entre el Bayern de Munich y el Real Madrid. ¡Más de once millones de personas pendientes de la pantalla!

Si el fútbol interesa tanto como parece al telespectador, ¿Por qué no hay buenos programas de fútbol en televisión? Gratis, digo. La mayoría de los espacios futboleros deCanal +, con Robinson o Maldini, son muy dignos. En abierto, sin embargo, todo es basura. Sensacionalismo, griterío, tertulianos partidistas sin un mínimo criterio. La barra de un bar, llena de borrachuzos, trasladada a la pantalla. Un ejemplo de este despropósito es “Jugones”, el programa de fútbol de mediodía en La Sexta que presenta un hooligan llamado Josep Pedrerol.

“Jugones” arranca con un editorial. El tal Pedrerol se marca un monólogo que debe resultar, de manera inevitable, polémico, agresivo, irrespetuoso, malencarado, gañán. Un ejemplo: el día después del Bayern-Madrid, con el equipo de Ancelotti clasificado para la final de la Champion, el presentador hizo este discurso: “Pep Guardiola es el gran fracasado, su soberbia le ha pasado factura. El fútbol no lo inventó Guardiola, el de la falsa modestia”. Y así durante unos minutos, cebándose de forma excesiva con Guardiola, lanzando opiniones claramente sesgadas, buscando la provocación, rozando el insulto. ¿El motivo de semejante despropósito? La audiencia, imagino.

Guardiola se ha convertido, tras perder con el Madrid, en el objetivo de la prensa rosa del balón. Le estaban esperando. El gran estratega, el maestro del fútbol de toque, el tipo educado en todo momento, el que habla inglés, italiano y aprende alemán, resulta incompatible con buena parte del ganado futbolero. Se la tenían guardada. Y a la primera de cambio han sacado los cuchillos: “el gran fracasado, el de la falsa modestia”, dice un Pedrerol que, pobre, jamás le llegará a la altura de los zapatos al entrenador catalán.

En “Jugones”, como en los programas del corazón, buscan la polémica, el escándalo, la víscera. Son el “Sálvame” del fútbol, con grandes dosis de cotilleo y maledicencia y sin apenas periodismo. Una lástima que en un país que reverencia el balompié no se pueda ver un programa decente sobre este deporte. Ni siquiera el legendario “Estudio Estadio”, con sus imprescindibles resúmenes de la jornada, es lo que era.

Y es una pena, porque el fútbol tiene todo tipo de público, de seguidores. El que lanza plátanos a los jugadores, como veíamos en el post de ayer. Y el que lee a Eduardo Galeano en los descansos. Por eso existen diarios deportivos de medio pelo, como As,Marca, Mundo Deportivo o Sport, y revistas con un gran nivel, como Líbero o Panenka. Por eso es lamentable no poder ver ningún programa digno en abierto, y tener que buscar refugio en las previas y los post partido de Canal +, y en sus excelentes“El día del fútbol”, “El día después” o “Fiebre Maldini”.

 Fuente: www.eldescodificador.com