¡Viva lo imposible! (1958)

 

Vida nueva

Comedia utópica que entronca con la tradición americana de argumentos sensibles y personajes entrañables de Frank Capra. Con un guión basado en la obra de teatro de Miguel Mihura y Joaquín Calvo Sotelo, se trata de cómo la familia López decide abandonar su trabajo de simples empleados y vivir la vida como una aventura, enrolándose en un circo sin importarles las consecuencias.

Una fábula muy humana, con estupendos actores entre los que se encuentra el joven Miguel Gila, y que proporcionó a Manolo Morán el premio al mejor actor por el Sindicato Nacional del Espectáculo. Fue la primera película producida por Rafael Gil a partir de su recién creada Coral P.C., compañía que fundó tras romper su fructífera colaboración con Vicente Escrivá.