Vivir (1952)

Lo que queda del día

Una de las obras maestras de Akira Kurosawa. Cuenta el replanteamiento vital que tiene un funcionario de vida gris, cuando descubre que le quedan pocos meses de vida, debido a una grave enfermedad. Tal situación le hace preguntarse acerca de la importancia de las cosas, y le conduce a tomarse en serio un proyecto que habían presentado al organismo en que trabaja, y al que no había prestado la menor atención, con su habitual actitud cansina.

El maestro nipón plantea así una hermosa meditación sobre la muerte, acerca de la cual él mismo comentó: «A veces pienso en mi muerte… y pienso cómo podré resistir el respirar hasta el último aliento. Viviendo una vida así, ¿cómo podré abandonarla? Siento que me queda tanto por hacer… Siento que he vivido tan poco. Entonces me quedo pensativo, pero no triste. De este sentimiento nació Vivir.