lobezno_inmortal_1

Logan se batirá, en Japón (un mundo que le es desconocido), con su peor enemigo en una lucha a vida o muerte que le cambiará para siempre. Vulnerable por primera vez y desafiando sus límites físicos y emocionales, no sólo se enfrenta al letal acero samurai, sino también a una batalla interna contra su propia inmortalidad que le volverá aún más fuerte.

Director: James Mangold

Intérpretes: Hugh Jackman, Svetlana Khodchenkova, Will Yun Lee, Tao Okamoto, Brian Tee, Hiroyuki Sanada, Hal Yamanouchi

Guión: Christopher McQuarrie, Mark Bomback

Duración: 126′

Género: Acción, Ciencia-ficción

Estreno DVD: 20/11/2013

Público: +16

Valoración: ***

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 1

Acción: 3

Amor: 0

Violencia: 3

Sexo: 0

Crítica:

 Después de X-Men Orígenes: Lobezno (2009), llega esta nueva aventura centrada en el personaje más carismático de los mutantes de Marvel. En esta ocasión, la cinta parece más un proyecto destinado a contentar a los fans de la saga, sin conseguirlo del todo, que a desvelar alguna novedad sobre el protagonista.

Como viene siendo costumbre al introducir la historia de este personaje, al inicio del film, se muestra al mutante alejado de la sociedad, angustiado, torturado por su pasado y dispuesto a permanecer solo. El temor a causar daños irreparables a algún ser humano y la determinación de no volverse a enamorar son las principales motivaciones por las que Lobezno ha hecho de una cueva su hogar. Esta vez será Yukio, una samurai que encajaría a la perfección en un anime japonés, la encargada de sacar a Logan de su letargo emocional y llevarlo al límite de sus posibilidades.

Lobezno inmortal sitúa a esta criatura de adamantium en una encrucijada: la elección entre la mortalidad o la vida eterna. En la cinta se acumulan sus aciertos y errores del pasado, donde los segundos pesan más que los primeros. Así, el protagonista, atormentado entre pesadillas y recuerdos, debe encontrar un nuevo motivo para vivir. El motivo será, ni más ni menos, que la heredera de la mayor fortuna de Japón, Mariko Yacida. Un romance que no convence por falta de cultivo y evanescencia, pero que actúa como acicate para hacer de Lobezno un hombre sin límites.

A diferencia de otras entregas, el argumento no incluye –y se echa de menos- a ninguno de los personajes anteriores. Sólo dos mutantes aparecen en la historia y, lo demás viene servido por el arte, casi sobrenatural, de los guerreros japoneses. El escenario nipón da personalidad a esta aventura que tampoco asombra por sus escenas de acción –excluyendo la pelea en el tren-, mucho más logradas en su anterior precuela.

Se trata de una apuesta veraniega que se mantiene entre aceptable y decepcionante. Decepcionante porque Mangold no ha sabido sacar partido al personaje ni a la historia. Aceptable porque la cinta no sufre de extremismos y fluye con suficiente naturalidad como para que el espectador pueda adentrarse, una vez más, en el fantástico universo de los héroes de Marvel.

Fuente:   Mar Pons (www.taconline.net)