De Nico Rey (blog de elmundo.es, 19-5-2010)

Al final, se lía parda con la ‘manololamada’

¡Ay Manolo Lama, Manolo Lama! Que sí. Que también. Que quizá llegaste a llevar buena parte de razón en su momento. Que la respuesta que estaba teniendo lo tuyo, sobre todo en Facebook y demás redes sociales, estaba siendo más que desproporcionada. Casi atroz. Eso no te lo puede negar nadie. De hecho, ya sabes –o deberías saber al menos– cómo es España. Vives aquí, ¿no?

manolo lamaPero tendrías que haber empezado por pedir perdón, Manolo Lama. Es decir, por reconocer ante las mismas cámaras donde te las diste de aprendiz de Chiquito que, aquella gracieta que perpetrase con el pobre mendigo hamburgués, es un hecho constitutivo de delito… ¡moral! Porque lo que no tiene nombre es creer, a estas alturas del partido, que lo ético es sinónimo de chistecito de barra de bar. Con la carcajada burda y etílica. Con la falta de respeto, de patética vulgaridad.

Confundiste la deontología profesional con la coña eroticofestiva de un ‘hooligan’ descerebrado, Manolo. Derivó tu humor en una pesadilla rancia, en una gracieta casposa e infame. En un ejercicio de mala sombra. En algo indigno de toda trayectoria profesional. Tuviste ese momento que muta en reverso tenebroso de la gloria televisiva. Ese patinazo estúpido que provocan los rigores del directo. Hasta ahí, resulta todo comprensible. Le puede ocurrir a cualquier reportero más o menos dicharachero. Lo que no tiene nombre es el lamentable e insultante modo en que has gestionado tal entuerto.

Lame las heridas de su absurda y frustrante conexión Manolo Lama. Lo hace después de ser lapidado por los sms de la aldea ‘ciberneticoglobal». Pero lo más sorprendente del caso es que, para ello, se dedique a repartir estopa de la peor clase. Señalan con el dedo a los demás medios de comunicación Manolo Lama y demás ‘cuatreros’ para defender lo indefendible. No se puede reaccionar de forma más chapucera ni entrenando ocho horas cada día.

Lo lógico, Manolo, tras un ejercicio de soberbia como el que demuestras, es que anden pidiendo tu cabeza en toda red social que se precie. ¡Esto es España, señores! Bienvenidos al Verdadero País del Nuncajamás. Del «¡chínchate, que me he caído!» al «¡y tú más!». ¡El hecho de que «las demás cadenas» hagan «cosas peores» no es un argumento válido para justificar tu metedura de pata, Manolo! No basta con que digas que educas a tus hijos en la solidaridad. Tú eres el que metió la gamba, Manolo. No metas a tus nanos en esto. ¡De modo que háztelo mirar, por favor! Saldremos ganando todos.