ATELEUS. Redacción.

Ante los desarreglos y conflictos humanos y sociales podemos adoptar una de estas dos posturas: aceptar sumisa y fatalistamente lo que sucede, considerando que las cosas no tienen remedio posible; o activar nuestra responsabilidad, tratando de modificar lo que de negativo tienen los asuntos que nos conciernen. Este es el escenario que se nos plantea ante el impacto educativo, ético y familiar de los contenidos, usos y abusos de la televisión y demás pantallas, desde internet a los videojuegos, pasando por las redes sociales. Por todo ello, es una necesidad absoluta que los consumidores nos organicemos y hagamos valer nuestras razones y nuestra fuerza de unidad para condicionar la programación de los medios y las estrategias de internet y la industria del ocio digital. Se acabó el ver, oír y callar.

Para pasar de la preocupación a la acción positiva, nació hace cinco años ATELEUS, Asociación de Telespectadores y Radioyentes de Euskadi, (www.ateleus.com) que actualmente reúne a más de un millar de socios y colaboradores y que para hacer más operativa su actividad va a reconvertirse en asociación de consumidores, siguiendo la experiencia de las agrupaciones hermanas del resto de España y la Unión Europea, en las que estamos integrados través de iCmedia (www.icmedianet.org). Si los problemas son globales, debemos actuar globalmente, partiendo de las singularidades culturales de nuestro entorno y su realidad mediática. Son muchos y complejos los retos a los que nos enfrentamos.

¿Qué podemos hacer para propiciar la mejora de la oferta televisiva y los contenidos y usos de internet, los videojuegos y las redes sociales? En primer lugar, exigir y vigilar el cumplimiento efectivo de las leyes y normas de ámbito español y europeo que determinan el respeto a la dignidad de las personas y la protección de los menores. La cruda realidad es que tales preceptos legales no se cumplen y que lejos de ser efectivas están siendo genéricamente suplantadas por prácticas abusivas, socialmente toleradas.

Sin ir más lejos, la autorregulación de horarios protegidos y superprotegidos, impulsada por las autoridades y aceptada libremente por las cadenas de televisión en 2004, es un rotundo fracaso, con decenas de incumplimientos diarios cuya denuncia pública resulta estéril, lo que, en nuestra opinión, obliga a la sociedad democrática a promulgar leyes de obligado cumplimiento que regulen determinados límites de los contenidos de las pantallas sobre la base de la dignidad humana, los valores fundamentales y, específicamente, los derechos de nuestros niños y jóvenes. Creemos que no vale todo y que la libertad de expresión no puede ser la excusa recurrente para colar toda suerte de subproductos y excesos. ¿Censura? En absoluto. Si la regulación de los mínimos éticos de la TV y demás pantallas es censura, por la misma razón el código de circulación sería un acto de censura de la libertad ciudadana.

Estamos a favor de la televisión, de la divulgación del conocimiento en internet y de la capacidad formativa, de ocio e intercambio de los videojuegos y las redes sociales. Asumimos la apasionante realidad de las multipantallas; pero la concebimos desde la calidad y el progreso humano y comunitario. Es nuestro propósito premiar los mejores productos y reconocer a los profesionales y empresas que contribuyan al desarrollo creativo y ético de la oferta mediática y el ocio digital. Impulsaremos el diálogo y el debate público con las cadenas, directivos, productoras y comunicadores para crear un clima de cooperación que supere el viejo modelo basado en la imposición y la aceptación pasiva por parte de espectadores y consumidores. Hay muchas cosas que innovar en la comunicación y el ocio, por lo que ATELEUS, en nombre de la porción de sociedad que representa, va a poner su esfuerzo y sus criterios en esta importante tarea.

Tenemos presente el significado de la radiotelevisión pública vasca y valoramos su progresiva mejora y penetración social. Creemos que ya es hora de que EITB instaure la figura del Defensor del Radioyente y Telespectador, una entidad autónoma que canalice las demandas y propuestas de la ciudadanía, con la disponibilidad de programas específicos, tanto en radio como en televisión para el debate y el análisis de la programación. Y requerimos la presencia de nuestra voz en el Consejo de Administración de EITB, considerando que somos la única asociación de consumidores de Euskadi específicamente dedicada al mundo mediático, de internet y ocio digital.

Creemos que hace falta una mayor conciencia social sobre los efectos y posibilidades del mundo de las multipantallas, para lo que estamos llevando una creciente labor de divulgación. En este sentido, nuestro programa estrella es el Proyecto Educativo, diseñado para los centros educativos, que comienza con la evaluación de los hábitos de consumo televisivo, de internet y ocio digital de nuestros niños y jóvenes, y continúa con acciones formativas, tanto para alumnos como para padres. Publicaciones, jornadas técnicas y presencia en los medios de comunicación son otras actividades dirigidas a divulgar los criterios de ATELEUS y atraer un mayor número de personas y familias a los fines de nuestra Asociación.

Constatamos que, por encima de las opciones sociales, culturales y políticas, la mayoría de la comunidad está de acuerdo en impulsar una profunda revisión de la oferta televisiva, de internet y el ocio digital. Las familias están preocupadas. Vamos a reunir más y más voluntades para que las cosas puedan cambiar y que los consumidores, también en los ámbitos virtuales, sean los auténticos protagonistas.