En un futuro no muy lejano, una técnica permite introducirse en los sueños ajenos. Y en su subconsciente la persona “asaltada” puede desvelar a sus “asaltantes” secretos ocultos, de valor lucrativo o que permiten su manipulación. Cobb lidera un grupo de “ladrones de sueños”, que desea dejar tal actividad. Pero acusado del asesinato de su mujer, y alejado de sus dos hijitos en Estados Unidos, recibe de Saito, un hombre poderoso, una oferta que no puede rechazar: deberá sumergirse en la cabeza de Robert Fischer, heredero de un imperio económico, e implantar en su mente, como si fuera una idea propia, la liquidación del conglomerado que creó su padre; a cambio podrá reunirse con los suyos e iniciar una vida nueva.

Director: Christopher Nolan

Guión: Christopher Nolan.

Intérpretes: Leonardo DiCaprio, Joseph Gordon-Levitt, Ellen Page, Marion Cotillard, Cillian Murphy, Michael Caine, Tom Berenger, Lukas Haas, Ken Watanabe, Tom Hardy, Pete Postlethwaite.

origen_CDuración: 148 min.

Género: Thriller, Ciencia-Ficción

Estreno: 6-8-2010

Público: Jóvenes.

Valoración: *****

Contenidos (de 0 a 6): Humor 0, Acción 5, Amor 0, Violencia 4, Sexo 0

Crítica

Christopher Nolan, guionista y director, prueba de nuevo que es uno de los cineastas más creativos de la actualidad. Logra entregar una historia imaginativa, de extraordinarias cualidades hipnóticas, sólida en su compleja arquitectura narrativa, y –para qué negarlo– difícil de seguir. El mérito es lograr que el espectador no se pierda demasiado, entienda el meollo de la cuestión –la tentación de evitar la realidad entreteniéndose en otros mundos más atractivos pero no verdaderos, al estilo Matrix– y vibre con la inmersión en el mundo de los sueños en tres niveles, donde el riesgo de no despertar, y las soluciones improvisadas a los obstáculos que surgen, proporcionan muchas emociones.

Las imágenes son de gran belleza, los mundos que se pueden crear dentro de un sueño deslumbran, verdaderamente se puede innovar y crear con los efectos especiales: véanse los momentos de no-gravedad, pura magia. Pero además, Nolan acierta en la definición de personajes y conflictos, y en el atinadísimo reparto. Leonardo DiCaprio (Cobb) brilla en otra historia “mental” tras Shutter Island, con su trastornada esposa, Marion Cotillard, a la que no puede olvidar. Su drama familiar se despliega con gran habilidad gracias al personaje de Ellen Page, una universitaria brillante que sabe adivinar lo que oculta a sus “compañeros de sueños”. Destaca también su colega de equipo, interpretado por Joseph Gordon-Levitt. Hay espacio para la sorpresa, y el modo en que discurre el plan de “sembrar” en la cabeza de Fischer –bien, Cillian Murphy– conduce a un clímax espléndido, de inesperada poesía.

Fuente:  José María Aresté (Aceprensa, 6 Agosto 2010)