1º) No deja de brillar  The Blacklist (3ª temporada) Lo de dedicar cada capítulo a un asesino tiene ventajas e inconvenientes. Hay que ser muy ingenioso para generar criminales con personalidad sin dejarse llevar por los moldes y tópicos del cine y la televisión de género policiaco. Y The Blacklist lo consigue a la vez que sus dos protagonistas siguen creciendo. Especialmente ella, que cada es más polivalente mientras que él sigue siendo un verdadero genio del mal a la vez que resulta más humano y vulnerable. Gotham (2ª temporada) Buen giro de esta serie que, sin llegar al nivel de la trilogía de Nolan, no deja de sorprender con nuevos personajes y vueltas de tuerca. Aunque todavía quedan escenas salidas de tono ha desaparecido el personaje más zafio y en su lugar han cobrado protagonismo una panda de lunáticos muy coherentes con el estilo del comic original. Por otro lado la madurez de Bruce Wayne es muy interesante dramáticamente. Homeland (5ª temporada) A esta serie muchos la han dado por muerta pero sigue muy viva. Su capacidad de reconstrucción empieza a ser milagrosa porque han cambiado de país, de protagonistas… En esta nueva temporada la novedad es que ya no es “Carrie contra el terrorismo islámico”. Ahora es el terrorismo islámico el que va a por Carrie. Y Claire Danes sigue estando a la altura como protagonista absoluta y productora de la serie. Eso sí, indispensable escucharla en versión original; el doblaje le hace mucho daño al personaje. Rectify (3ª temporada) Sigue sorprendiendo esta antítesis del género policiaco dónde hay unos personajes que no te importa que vivan a cámara lenta. Ellos la necesitan para desarrollar una personalidad compleja y maltratada por la vida. Una serie minoritaria y curiosamente adictiva. Una perla de la televisión independiente norteamericana nacida en el Festival de Sundance. 2º) Más de lo mismo The Knick (2º temporada) Se repiten aciertos y errores. La interpretación, dirección artística y la música son sobresalientes, pero el guión es tán escabroso y cruel que hay que estar muy preparado para esta operación a corazón abierto sin anestesia. Supongo que a los que le guste Hannibal, The Knick les parecerá sublime. Eso sí, hay que reconocer que han aportado algún giro interesante como es el empeño del protagonista en intentar curar científicamente su propia adicción. Downton Abbey (6ª temporada) Tenía que haber terminado en la segunda o tercera temporada y sería recordada como una serie sensacional. Pero finalizará en esta sexta sesión en la que hay poco más que decir y contar de unos personajes que han ido perdiendo luz y un desarrollo dramático matizado.