Director: Philipp KadelbachHijos del III Intérpretes: Volker Bruch, Tom Schilling, Katharinn Schüttler, Miriam Stein, Ludwig Trepte Duración: 3 capítulos de 90 minutos cada uno Público adecuado: +18 años (XV) Calificación: 8´5/10  

Herencia maldita

En los últimos años el cine alemán ha sido muy valiente al revolver la memoria nacional con películas que miraban cara a cara a los capítulos más tenebrosos de su país en el siglo XX. Sophie Scholl, R.A.F. Facción del Ejercito Rojo, La ola, El hundimiento, La vida de los otros, Good Bye Lenin, Bárbara, Hannah Arendt, 13 minutos para matar a Hitler… Todas ellas han dado un punto de vista crítico y mesurado de las grandes tragedias que ha padecido e impulsado Alemania: el comunismo y el nazismo. Hijos del III Reich se suma a esta corriente de cine de calidad revisionista. Esta miniserie recoge la vida de 5 amigos jóvenes alemanes entre 1941 y 1946. La Guerra Mundial cambiará por completo sus vidas, la de cada uno a su manera según su participación en la batalla, la persecución de los judíos, la lealtad a sus amigos. La serie tiene un nivel técnico admirable, competitivo con el mejor cine bélico norteamericano. El vestuario, las localizaciones, la fotografía y la planificación de las batallas son realmente espectaculares.Los protagonistas son actores alemanes muy convincentes que aportan veracidad y un dramatismo conmovedor a cada uno de los personajes. Todos aprovechan el guión poliédrico de Stefan Kolditz (un escritor experimentado en producciones televisivas), en el que cada retrato está muy bien perfilado. Esta miniserie hace pensar sobre la culpablilidad o la inocencia de los alemanes corrientes en el genocidio y las invasiones internacionales del III Reich que desolaron Europa. Y como buen documento histórico permite diferentes lecturas, algunas muy polémicas, como la interpretación tan negativa que se hace de los resistencia polaca o la ignorancia de muchos alemanes sobre el Holocausto. En cualquier caso la miniserie es muy valiosa, divulgativa e inteligente, muy adecuada para un público adulto que quiera meterse de lleno en la compleja moralidad de los alemanes en una época que no permitía indiferencias.

Claudio Sánchez de la Nieta