Paí020977s: Estados Unidos

Creador: Sam Esmail Intérpretes: Rami Malek, Christian Slater, Carly Chaikin, Portia Doubleday, Martin Wallström, Michael Christofer, Stepanie Corneliussen Duración: 3 temporadas de aproximadamente 12 capítulos de 45-50 minutos Emisión en España: Movistar Plus Público adecuado: + 18 años (XD) Calificación: 7´5/10

Apocalipsis en lenguaje binario

Si hay una cosa de la que puede presumir esta serie es de haber llamado la atención. El estreno de su primera temporada en 2015 fue celebrado como el comienzo de una nueva era en la ficción televisiva. Si la percepción sobre las posibilidades de la informática cambiaron radicalmente gracias a películas como Tron (1982), Juegos de guerra (1983) o Matrix (1999), Mr. Robot ha sido la serie que en el siglo XXI ha puesto en alerta a un mundo confiado a la hipertecnología.

Sam Esmail, el creador de esta serie, nació en Nueva York en 1977 en una familia musulmana. Su afición a la informática y sus dificultades de relación social fueron dos fuentes de inspiración fundamentales para esta serie que en principio iba a ser un largometraje. Cuenta la historia de Eliot Anderson (interpretado por el actor norteamericano de origen egipcio Rami Malek), un ingeniero que durante el día trabaja en una empresa de seguridad informática y por la noche se convierte en un hacker en busca de delincuentes y empresas de corrupción en Internet. Un día aparece en su vida el misterioso Mr. Robot (interpretado por un “recuperado” Christian Slater), un activista de un grupo clandestino que le ofrece cambiar el mundo a través de la informática.

Estamos ante una serie “de diseño” en la que todos los ingredientes están muy personalizados: la tipografía de los títulos de crédito, la planificación visual en la que se destacan más las localizaciones que los principales personajes, la música electrónica de Mac Quayle combinada con partituras clásicas, la voz en off que recorre toda la serie, los contantes cambios de puntos de vista, los saltos en el tiempo… Además el protagonista es superdotado, padece fobia social y es adicto a las drogas. Un genio traumatizado con una historia familiar llena de terribles recuerdos.

Con todo este aparente “caos” Sam Esmail consigue hablar de la inseguridad cibernética, la soledad moderna, la filiación como sustrato último e inalterable del ser humano y otros temas de calado universal que hacen que la historia no se quede en una trama rocambolesca de conspiraciones mundiales y ataques informáticos cifrados. También es verdad que la serie promete mucho más de lo que finalmente ofrece, ya que su fundamento metafísico no llega mucho más que a un existencialismo pesimista e individualista muy poco sorprendente. Hay ideas luminosas más o menos esbozadas y sugerentes y también mucha verborrea paranoica como reflejan los dos vídeos que he insertado en esta crítica.

Mr. Robot logra meternos dentro de una inteligencia acelerada y enfermiza para explicar un mundo moderno en el que la tecnología nos vuelve locos con demasiada frecuencia. Desde esa perspectiva refleja los peligros de las adiciones al móvil, al sexo brutal en la red, al usar y abusar de la intimidad propia y ajena en redes sociales.

En la evolución de personajes y el desarrollo de las múltiples tramas hay destellos de genialidad combinados con giros incoherentes y artificiales. Así sucede con el detallismo innecesario con el que se cuentan las perversiones sexuales que se multiplican especialmente en la primera temporada y que no tienen ninguna aportación dramática a la historia. También sorprende que en una serie tan creativa y cuidadosa en la evolución narrativa haya algunas errores de verosimilitud tan acusados. Por poner un ejemplo, resulta muy difícil creer que en pleno siglo XXI un virus informática se transmita porque haya gente que confíe en un pent-drive tirado en el suelo o un CD que regala un desconocido por la calle.

Lo mejor de la serie está en los primeros capítulos de la primera temporada. Luego la serie ha ido decayendo poco a poco y creo que no ha conseguido un “reseteo” convincente en segunda y tercera temporada.

En los últimos años a esta serie le han llovido todo tipo de premios. Algunos han sido muy justificables, como los obtenidos por los actores protagonistas Rami Malek y Christian Slater. Otros sin embargo, con el paso del tiempo, resultan excesivos (Globo de Oro a la mejor serie dramática en 2015).

Aún así, con sus errores y limitaciones, esta serie arriesga al ser diferente e ilumina el tenebroso y temible mundo de los hackers y algunas lagunas evidentes de las sociedades democráticas actuales.

Claudio Sánchez de la Nieta