Paul Soames es un agente secreto norteamericano. Durante la II Guerra Mundial, su especialidad como tapadera es trabajar de corresponsal periodístico favorable a la causa alemana. Así se presenta en Shanghai para investigar el reciente asesinato de un amigo suyo, también espía. El servicio japonés de inteligencia (semanas antes de Pearl Harbor), los alemanes como aliados suyos, un poderoso gángster local y, sobre todo, su mujer y los vínculos con la Resistencia, someten a Soames a una carrera de intereses y obstáculos muy peligrosa, en una ciudad ya peligrosa de por sí.

 

 

 

 

Director: Mikael Hafström

Intérpretes: John Cusack, Gong Li, Chow Yun-Fat, David Morse, Ken Watanabe, Franka Potente

Guión: Hossein Amini

Duración: 105′

Género: Thriller, Drama

Estreno DVD: 20/02/2013

Público: +16

Valoración: **

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 0

Acción: 3

Amor: 0

Violencia: 2

Sexo: 0

Crítica:

Mikael Hafström empezó a ser conocido en su etapa hollywoodiense después de ser finalista al Oscar con Evil en la categoría de mejor film de habla no inglesa. Varios títulos de terror -1408 (también con John Cusack en el reparto) o la reciente El rito- perfilan su recorrido, en medio del cual aparece esta película escrita por uno de los guionistas de moda, Hossein Amini.

Este escritor iraní-británico ha aprendido a adaptar literatura consolidada (Thomas Hardy, Henry James, A.E. Mason), relatos más contemporáneos y ligeros (Killshot o Drive) o incluso a trabajar en el equipo de una superproducción como Blancanieves y la leyenda del cazador, en el que se reinterpreta con bastante originalidad un cuento clásico.

Lo cierto es que Hossein conoce cómo llegar al espectador, domina los cánones y la historia del cine y, por eso, sabe también cautivar, de vez en cuando, a algunos críticos con guiones como el protagonizado por Ryan Gosling. Sin embargo, el clasicismo que rezuma en Shanghai adolece de unas cuantas gotas de vida propia. Sus productores la venden como una historia a lo Casablanca, por el supuesto triángulo amoroso y el contexto espacio-temporal de ciudad casi neutral en medio de un conflicto bélico. Sin embargo, a Soames, Anna, Anthony y Tanaka y compañía les falta ser menos arquetipos y más personas. Desde la narración en off y en primera persona, pasando por la atmósfera de sospecha, los ambientes muy caracterizados por la idiosincrasia local y cargados de humo y dudas, las miradas ambigüas en lo político y en lo amoroso, hasta la ajustada concatenación de sucesos para no dar tregua al ritmo, eluden convertirse en algo más que una pasajera historia, con una esmerada reproducción del marco histórico y un compás veloz en la acción.



Fuente: Lourdes Domingo (www.taconline.net)