ESTRENO EN CINES

Dirección: Vincenzo Natali

Intérpretes: Adrien Brody, Sarah Polley, David Hewlett, Delphine Chanéac, Brandon McGibbon, Amanda Brugel, Stephanie Baird, Abigail Chu

Guión: Vincenzo Natali, Antoinette Terry Bryant, Doug Taylor

Duración: 104 min.

Género: Ciencia ficción, Terror

Por decine21

 

SpliceCGuillermo del Toro ha demostrado no sólo que es un realizador visualmente impactante, sino que tiene también una inmensa intuición como productor de títulos de calidad (El orfanato, Rabia). En esta ocasión apadrina un film de un cineasta canadiense de inmenso prestigio en el campo del cine fantástico, Vincenzo Natali, responsable de Cube y Cypher. Splice viene a ser la enésima reactualización de Frankenstein, con modificaciones en la trama que le dan la suficiente frescura como para que parezca una historia lo suficientemente nueva.

Clive y Elsa son una pareja de brillantes bioquímicos que trabajan creando vida mediante ingeniería genética, para una corporación, mezclando ADN de diversas especies, entre ellas el ser humano. Aunque después de una presentación desastrosa, la empresa les insiste en que deben abandonar su proyecto, deciden continuar por su cuenta con la creación que tienen entre manos, un organismo femenino muy avanzado, al que llaman Dren.

Natali demuestra una vez más que es un cineasta solvente, y sus imágenes recuerdan mucho también al cine de Del Toro. Es necesario mencionar el mérito que tiene la creación de la criatura, mezcla de maquillaje y efectos por ordenador, que la hacen de carne y hueso. No en vano, recibió el premio a los mejores efectos especiales en el Festival de Sitges.

Funcionan sus críticas a la manipulación genética, y a la falta de ética en  la ciencia, cuando están en juego intereses empresariales y el afán de notoriedad de los científicos. Los personajes principales resultan bastante creíbles, sobre todo porque están interpretados por dos grandes actores, Adrien Brody y Sarah Polley, casi siempre asociados al cine de autor. Sobre todo, consiguen hacer interesante su relación paterno-filial con la criatura que han creado después de que no han tenido hijos reales, dedicando su vida a su trabajo.

Pero Splice acaba sorprendiendo mucho menos de lo que promete en su planteamiento, hasta el punto de que el final es mucho más previsible que el arranque. Introduce algunos segmentos morbosos, en una subtrama de perversión sexual poco sutil, que no acaba de funcionar tan bien como el resto de la película.