The Chosen (Los elegidos) (3ª temporada)

El Sermón de la Montaña

El comienzo de la tercera temporada de The Chosen (Los elegidos) es de alta temperatura dramática. Mateo, ejerciendo de recaudador de impuestos para los romanos, se encarga de exigirlos a su propio progenitor, Alfeo, las diferencias entre hijo y padre parecen poco menos que insuperables. Es un breve flash-back para trasladarnos inmediatamente al punto en que concluía la segunda temporada, con Jesús a punto de pronunciar su célebre Sermón de la Montaña a una muchedumbre, que ha sido convocada con ilusión y mucha dedicación por sus seguidores. Nadie queda indiferente a las palabras del Maestro, muchos se sienten personalmente interpelados, especialmente los discípulos quedan tocados, pero también la gente corriente, e incluso romanos y fariseos que andan al acecho, y que no pueden negar el impacto de esa multitudinaria reunión. Una vez pasado el evento, Jesús admite en el grupo de los más cercanos a Judas Iscariote, a quien mueve la generosidad y el carisma de quien le invita a seguirle, y que cree que puede aportar mucho. Reconociendo el esfuerzo de todos, Jesús les concede unos días de descanso, apuntando a que les volverá a convocar en el momento oportuno. Es el momento en que alguno seguirá el consejo recién escuchado “cuando vayas a presentar una ofrenda ante el altar, si tienes algo contra tu hermano, deja la ofrenda y ve primero a reconciliarte…”. Siguen todos en efervescencia, Pedro se reencuentra con su esposa, toca acoger en casa a quien no tiene techo…

Si alguien temía que lo alto del listón de lo ofrecido hasta ahora fuera difícil de igualar nuevamente, puede estar tranquilo, Dallas Jenkins con sus coguionistas Ryan Swanson y Tyler Thompson vuelven a manejar con maestría los elementos claves de su éxito, un Jesús cercano y entrañable que podría ser tu amigo, maravilloso Jonathan Roumie, unos seguidores no tan diferentes a los propios espectadores, y de los que se van marcando cada vez mejor sus rasgos, una fidelidad imaginativa a los textos evangélicos que nunca acaba de sorprender, la combinación de emociones y sentido del humor.

Como se ve, todo arranca con un momento de gran proyección pública de Jesús, pero se sigue insistiendo en los dramas personales de cada elegido, sugiriendo que habrá momentos de alegría y regocijo, pero también de tribulación y persecución. Entre las novedades, Judas va cobrando peso, y aparece Juana, mujer del procurador de Herodes, de la que se adivina va a ayudar con las otras discípulas a atender las necesidades materiales del grupo, además de que tiene acceso a Juan, que se encuentra preso, y que recordará a Andrés a quien debe seguir.

Se vuelve a confirmar que una de las ventajas del relato seriado, es que de un pasaje o una situación de los evangelios, se puede sacar un capítulo completo, donde caben muchos matices y cabe una gran historia. Es el caso de la primera misión apostólica, en que Jesús envía en misión por parejas a sus discípulos, o el regreso a Nazaret donde causa un gran revuelo su comentario a la lectura del profeta Isaías, «hoy se cumple esto que acabáis de oír». Hay sin duda audacia en la narración, por ejemplo mostrando a Jesús niño y su relación con José en el tercer capítulo, o apuntando a una propuesta matrimonial de uno de los apóstoles, Tomás.