Cuando hace unos años Drew Houston llegó a la estación del tren en Boston y se dio cuenta que no llevaba consigo su memoria USB, nació una idea que ha llegado a juntar a 100 millones de personas en el mundo: DropBox. Y juntar 100 millones de usuarios desde septiembre de 2008 a Noviembre de 2012 no es algo fácil, y sólo empresas como Twitter o Facebook se pueden enorgullecer de gestas parecidas.

La idea de poner los archivos en la nube, antes de que se le llamara nube normalmente, no era nueva. Los primeros servicios de Bulletin Board –precursores de la Internet moderna—y los servidores en las universidades ya hacian eso con las cuentas de sus usuarios. Pero la proliferación de PCs y la mala conectividad alentaron un modelo descentralizado de almacenamiento de datos, que las condiciones actuales han revertido. Aún no llegamos al ideal de Google y sus Chromebooks que almacenan todo en la nube, hasta las aplicaciones, y que de poco sirven si no hay conexión a la Internet.

Pero lo que hizo Houston fue claro: identificó un problema común y construyó una solución, el principio básico de cualquier negocio exitoso.

Es así Drew Houston, que hoy estamos hablando de ti y de tu servicio, Dropbox, que beneficia a cien millones de personas en todo el mundo.

 

Fuente: www.hablandodeti.com