Para los recién llegados a la saga, diremos que el planteamiento del juego es bien simple: nos pondremos en la piel de Layton, un gentleman inglés que a modo de Sherlock Holmes irá resolviendo casos policíacos con su joven ayudante, Luke.
Género: puzles/aventura gráfica
Plataforma: Nintendo DS
Desarrolladora: Level 5
Distribuidora: Nintendo
Idioma: totalmente en español
Edad recomendada: 7+
Precio: 39,99 €
Página web:
http://www.nintendo.es/NOE/es_ES/games/nds/el_profesor_layton_y_el_futuro_perdido_18238.html
En esta ocasión tendremos que desentrañar los secretos de una misteriosa máquina del tiempo y evitar así un terrible futuro que se cierne sobre Londres. Para avanzar en la investigación deberemos ir resolviendo una serie de pequeños puzles más propios de pruebas de inteligencia y títulos como Brain Training que el de las clásicas aventuras gráficas. Será nuestro ingenio y no nuestros puños el que logrará vencer los obstáculos: cuantos más resolvamos, más avanzaremos en la historia.
Ahora bien, ya van tres títulos basados en la misma fórmula. ¿Qué ofrece este tercer juego que los otros no tengan? Muy sencillo: es más de lo mismo, pero mucho, mucho mejor. Culminación óptima de la saga con más emotivos capítulos, lleno de guiños para los fans y nuevos retos para los recién llegados. Además despliega su mejor arsenal de puzles con los más ingeniosos y mejor integrados con la historia y –por qué no decirlo– algunos rozan la genialidad.
Destacar especialmente el elenco de personajes y la evolución de cada uno: si a los videojuegos se les critica muchas veces por dar mal ejemplo a los jóvenes, el profesor Layton, modelo del perfecto caballero inglés, viene a ser un verdadero revulsivo en un mundo demasiado lleno de rambos descerebrados y heroínas ligeras de ropa.
Si a eso le unimos una dirección de arte soberbia y una humanización de los personajes que nos harán verlos más como compañeros de fatigas que simples gráficos animados, nos encontramos ante uno de los mejores juegos de todo el catálogo de la DS, todo un clásico apto para los más pequeños pero con una madurez y encanto capaces de enganchar a cualquier público.
Fuente: Miguel Soria Ruiz-Ogarrio (Aceprensa, 28 Diciembre 2010)