¿A qué edad un niño debe manejar el smartphone o la tablet de sus padres?

«Cuanto antes», incluso con dos o tres años, «siempre que sea con la supervisión y el acompañamiento de sus progenitores y estos estén decididamente implicados en su formación». Si bien esta recomendación puede resultar para muchos una barbaridad pedagógica, un grupo de expertos lo entienden «como una verdadera oportunidad para la educación de los más pequeños» en el uso de las nuevas tecnologías (TIC). «A esas edades tempranas los niños son muy receptivos, quieren jugar con sus padres, aceptan lo que dicen, sus consejos, sus recomendaciones… Es más fácil educar a un niño de 7 u 8 años en el uso de las TIC que a un adolescente», afirma Guillermo Cánovas, director del Centro de Seguridad en Internet para los menores en España y presidente de Protégeles.

Esta novedosa forma de entender la educación de los menores en el uso de los dispositivos de última generación viene recogida en el estudio«Menores de edad y conectividad móvil en España: tablets y smartphones». Este informe acredita el fuerte descenso de la edad en la que los menores acceden a internet a través de móviles y tablets.«Niños de dos y tres años acceden de forma habitual a los terminales de sus padres». Siempre por entretenimiento. Manejan aplicaciones para pintar y colorear, juegan, ven series infantiles de televisión, saltan de video en video en Youtube, repasan las imágenes que los padres tienen en la galería de fotos… Lejos de que la familia se sienta culpable por que esto sea negativo para los hijos, los autores del estudio —entre los que se encuentran Guillermo Cánovas— recomiendan aprovechar esta oportunidad y «realizar una verdadera labor educativa».

Juego instructivo

Los niños «aprenden mucho mediante el juego —dice la investigación— y además les gusta jugar con sus mayores, mostrarles lo que saben hacer, lo que han descubierto, el vídeo que han visto o el nivel que han alcanzado en determinado juego». Por eso, aconsejan: «Sentarse con ellos, practicar e incluso aprender a su lado permitirá iniciarles en el manejo de las TIC como si de un juego se tratase, abordando cuestiones como el tipo de fotos, la privacidad, el respeto a los demás, todo de forma natural y sin conflicto».

 

Los menores son consumidores de internet no productores digitales

El estudio revela además nuevas tendencias en el uso y consumo de internet. Por ejemplo, labrecha digital entre padres y adolescentes ya no es tal. Los adultos han realizado un gran esfuerzo: utilizan el correo electrónico a diario, tienen grupos de padres en WhatsApp, se descargan aplicaciones, suben fotos… Pero los menores no se han convertido en verdaderosnativos digitales, en usuarios 2.0… Ellos consumen internet: dedican horas y horas a conversar por WhatsApp, están en las redes sociales, consultan información para los trabajos escolares, suben fotos (cada vez menos)… No son productores digitales: no crean ni generan contenidos, ni opinión, ni transmiten ideas…

Por tanto, padres e hijos no están haciendo un uso diferente de internet. La verdadera brecha digital existe entre los consumidores y productores digitales. Por eso, los autores apuestan por «formar y educar a una generación de niños que pueden darle un vuelco real a la Red».

Preocupaciones

El informe intuye que algo está cambiando. A los adolescentes les inquieta cada vez más que alguien acceda a sus datos personales y se muestran muy preocupados por su reputación digital. De hecho, el 40% de los niños de 11 a 14 años se ha desinstalado aplicaciones cuando han sido conscientes de que estaban accediendo a información personal contenida en sus smartphone. Y un 71% afirma que se siente preocupado por el uso que las aplicaciones móviles pudieran hacer de sus datos. Hay mayor concienciación sobre los peligros de internet. «Se está reaccionando», afirmó Cánovas.

No obstante, los adolescentes tienen hábitos nada prudentes cuando usa la Red: el 52% de los chicos de 11 a 14 años reconoce que descarga aplicaciones sin el permiso de sus padres en su tablet o smartphone; el 30% no apaga nunca el móvil cuando se va a dormir; el 60% tampoco lo desconecta en clase; el 25% tiene siempre activada la geolocalización…

Fuente: www.abc.es