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Teo es un caracol que sueña con participar en las 500 Millas de Indianápolis. Su obsesión por la velocidad es tan enfermiza como ingenua, ya que un caracol es lo más antagónico a la rapidez y a la cautela. Y esto es, precisamente, lo que su hermano mayor Chet y la comunidad entera en la que viven le recuerdan a diario.

Pero Teo no se da por vencido y, tras un insólito accidente, el sueño de este caracol está cada vez más cerca. Bajo el nuevo nombre de Turbo y gracias al apoyo de Rufián, Fuego, Sombra, Látigo, Derrape y Tito, vencer a Guy Gagné, el actual campeón de Indianápolis será una meta nada fácil de alcanzar, llena de obstáculos y ¿demasiado ambiciosa para un caracol?

Director: David Soren

Guión: Darren Lemke, Robert D. Siegel

Duración: 96′

Género: Animación, Aventuras

Estreno DVD: 19/02/2014

Público: +7

Valoración: ****

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 2

Acción: 2

Amor: 0

Violencia: 0

Sexo: 0

Crítica:

David Soren dirige su primer largo con esta apuesta animada de Dreamworks. En Turbo, una vez más, se extrae a un animal de su hábitat y condición para plantear una historia excéntrica de superación y diversidad. Lo inverosímil de la trama ya sitúa el film en un contexto de incredulidad, lo que permite a sus creadores plasmar cualquier proposición sin que nada suene incongruente entre tanta originalidad.

Una vez se ha pactado con la propuesta, sólo queda disfrutar de un guión que aprovecha al máximo las posibilidades de los personajes, dotándolos de una riqueza de matices, a varios niveles, que invitan a ver la historia más de una vez. Y, aunque los secundarios ocupan un importante y nada despreciable lugar, el protagonista mantiene el liderazgo durante todo el film.

El diseño de las figuras, sus movimientos y sus capacidad para desenvolverse en actividades que no les son propias demuestran el dominio de sus creadores sobre la animación, su gran creatividad y un ingenio sin barreras. Supone un disfrute de la fantasía comprobar cómo se desarrollan en el film tanto las tareas más ordinarias como las más extraordinarias.

Turbo se narra con un ritmo creciente y absorbente. Mantiene, hasta el final, la tensión del espectador que ha conectado con la trama y resuelve con eficacia un desenlace incierto. Todo ello acompañado por unos golpes de humor acertados y, en su mayoría, inesperados.

Una nueva y buena apuesta cinematográfica, tanto para los más pequeños como para los amantes de la animación, que busca cruzar los límites de la imaginación colectiva. Sin embargo, a pesar de la insistencia de los productores –y de las salas de cine-, el efecto 3D resulta prescindible.

Fuente:  Mar Pons (www.taconline.net)