El día de mañana (2004)

A mal tiempo, buena cara

Film catastrofista que aprovecha una cuestión de rabiosa actualidad: el cambio climático. Una perturbarción en la corriente del Atlántico produce una cataclismo de proporciones planetarias. Deshielo, tormentas, huracanes, que traen consigo una nueva era glacial. Nueva York es una de las ciudades afectadas, donde Sam Hall queda atrapado con unos amigos en la Biblioteca Pública. Pero papá Hall, experto climatólogo, acudirá al rescate.

Estupendos efectos especiales, con la Gran Manzana inundada y cubierta de nieve, y acierto en la elección de Jake Gyllenhaal como adolescente desastrado, un poco a lo Tobey Maguire en Spider-Man, pueden anotarse en el haber de la película entregada por Roland Emmerich (Independence DayEl patriota), que círcula por los cánones clásicos del género, el esquema de mostrar a diversos personajes en peligro. Algún elemento original (los todopoderosos EE.UU. pidiendo ayuda al Tercer Mundo, la quema de libros para obtener calor) no ocultan los puntos débiles: la obcecación del padre por ir a buscar a su retoño, poco verosímil, y el modo en que se resuelve el film, donde las cosas ocurren porque sí. También resulta llamativa la ausencia de lo trascendente en una historia que nos presenta poco menos que la inminencia del fin del mundo.