Alex Hopper es un bala perdida que, tras un sonado encuentro con la policía, entra en la Marina guiado por su responsable hermano mayor. Una vez allí tampoco encuentra su sitio entre tanta exigencia y obligaciones. Sin embargo, una inesperada invasión en pleno mar cambia el rumbo de su vida personal y profesional, a la vez que afectará a todo el mundo el tipo de decisiones que adopte él y su flota.

 

 

 

 

 

 

Director: Peter Berg

Intérpretes: Taylor Kitsch, Liam Neeson, Alexander Skarsgård, Brooklyn Decker, Josh Pence, Rihanna

Guión: Erich Hoeber, Jon Hoeber

Duración: 109′

Género: Acción, Bélico

Estreno DVD: 22/08/2012

Público: +16

Valoración: **

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 1

Acción: 5

Amor: 1

Violencia: 4

Sexo: 1

Crítica:

Peter Berg se ha cultivado como actor, productor (tanto en cine como televisión), guionista y director. Ya tocó las teclas bélicas con La sombra del reino, el humor paródico con Hancock y el mundo del deporte y los amores con Friday night lights (en pantalla grande y pequeña). Ahora reúne su armamento tras la cámara para dar vida al guión de los hermanos Hoeber, que adaptaron con cierta gracia la novela gráfica RED.

Esta vez, el residuo de inteligencia que quedaba en el film de acción protagonizado por veteranos como Helen Mirren, Bruce Willis o Morgan Freeman se ha esfumado. Hasbro, uno de los productores de juguetes más importantes del mundo, es la fábrica de ideas para un sector de Hollywood. Lo hizo con la saga Transformers, y ahora, con Battleship (inspirada en el juego de hundir la flota) amenaza con fraguar otra línea de secuelas fílmicas, que acarrean otras de tipo psicológico.

Los primeros 40 minutos despistan y aburren intentando construir las tramas que confluirán después. Este primer acto está falto de ritmo y consistencia, se dice poco y lo que se dice constituye una sarta de clichés machistas –Taylor Kitsch (John Carter) es todo un madelman, la modelo Brooklyn Decker se pasea en shorts o escote en todas las escenas sin una frase inteligente- o dramáticos –joven inmaduro que decepciona a un hermano marine, proyectos de investigación punteros entre bromas sin gracia-.

El resto del film es una consecución de acciones destructivas, bien filmadas en lo visual pero carentes de emoción y drama. Aunque podría decirse que no hay mensaje, subyace en la historia un espíritu violento, que aboga por aniquilar al enemigo sin entrar en ningún tipo de diálogo. Militarismo puro y duro a lo G.I. Joe.

 




Fuente: Lourdes Domingo (www.taconline.net)