1 de enero de 1993: fecha de la creación de la Eurozona. Dos agentes de aduanas -un belga y un francés- se enteran de que su puesto en la frontera, situado entre los pequeños pueblos de Courquain (Francia) y Koorkin (Bélgica), está a punto de desaparecer. Ruben Vandervoorde es el agente de aduanas belga y la francofobia es una tradición familiar. Pero ahora se verá obligado a inaugurar la primera brigada móvil mixta franco-belga. Su equivalente francés será Mathias Ducatel, enemigo de toda la vida de Ruben y que está secretamente enamorado de su hermana. Para sorpresa de todo el mundo, Mathias acepta ser el compañero de Vandervoorde. Juntos peinarán las carreteras rurales fronterizas a bordo de un vehículo especial de las aduanas internacionales: un Renault 4L a punto de estirar la pata.

 

Director: Dany Boon

Intérpretes: Dany Boon, Benoît Poelvoorde, Karin Virad, François Damiens, Julie Bernard, Bouli Lanners, Laurent Gamelon

Guión: Dany Boon

Duración: 105´

Género: Comedia

Estreno en dvd: 03/08/2011

Público: +12

Valoración: ****

Contenidos (de 0 a 6): Humor 6 , Acción 4 , Amor 0 , Violencia 3 , Sexo 0

Crítica

Dany Boon ya consiguió un apoteósico éxito con su famosa Bienvenidos al Norte que protagonizó y dirigió en el año 2009 con unos resultados de taquilla impresionantes, tanto en Francia como en otros países. Estos brillantes frutos le llenaron de dudas ante el hecho de dirigir e interpretar un nuevo film, basado también en diferencias conceptuales y lingüísticas de personajes muy próximos geográficamente. Afortunadamente, los productores le convencieron para llevar a cabo este Nada que declarar del que estamos seguros volverá a obtener tan óptimos resultados.

El antagonismo existente entre los habitantes fronterizos de aquellos dos países, Bélgica y Francia, por lo que se refiere al carácter, idiosincrasia y disparidad en la pronunciación de un mismo idioma, son explotados de forma genial en el contacto forzoso a que se ven sometidos los dos principales protagonistas de la película ante la desaparición de las antiguas aduanas. Las situaciones están hilvanadas con una comicidad extraordinaria que no decae ni un momento durante toda la cinta.

El enfrentamiento está tratado con mano maestra y las divertidas secuencias nos llevan al final en un entendimiento total entre ellos, por el que desaparecen las rencillas y al final se impone una profunda amistad.

Una acertada dirección y un cuadro de protagonistas idóneos en sus papeles nos hacen salir de la sala, todavía con la más reconfortante de las sonrisas.

Fuente: Joaquín Guitart