Desde La Pasión de Cristo , de Mel Gibson, rara ha sido la vez que podíamos encontrarnos con una película que nos recuerde que la Semana Santa no son sólo “vacaciones”, sino unos días para conmemorar un hecho concreto… Pues bien, ¡este año tenemos una oportunidad!: Prefiero el paraíso se estrena en las carteleras españolas el próximo 30 de marzo.

En 1984 la televisión italiana ponía en los hogares de la Ciudad Eterna State buoni… se potete (Sed buenos… si podéis), primera y vibrante versión conocida sobre la vida de San Felipe Neri , dirigida por el cineasta romano de casi 84 años Luigi Magni .

 

26 años después, en 2010, otro italiano que ha trabajado de la mano del artesano Ermanno OlmiGiacomo Campiotti, de 55 años, director del filmes como Corsa di primavera (Carrera de primavera) y Come due coccodrilli (Como dos cocodrilos), asumía el reto de rodar otra espléndida miniserie sobre el santo Preferisco il paradiso (Prefiero el paraíso), producida y presentada por la Radiotelevisión Italiana (RAI), que hasta ahora no había visto la luz en nuestro país.

European Dreams Factory , potente distribuidora de títulos cinematográficos como la elocuente hagiografía sobre Popieluzsco, la libertad está en nosotros, la laureada La última cima, la vibrante Alexia o el amor por la trascendencia en situaciones límite en Vivir para siempre, entre otros, trae con valentía a la escena española esta versión italiana -más de 7 millones de espectadores el día de su estreno- que reduce los 200 minutos originales a 126 y que se estrenará, como ya hemos indicado, el 30 de marzo.

“Sed buenos, si podéis”… se ha convertido en la proverbial expresión de San Felipe Neri, uno de los santos más queridos de la historia de la Iglesia. El santo de la alegría, el juglar de Dios, el segundo apóstol de Roma o Pippo el bueno son sólo algunas de las definiciones de este sacerdote que nació en Florencia en 1515 y vivió más de 60 años en Roma.

Mientras se celebraba el Concilio de Trento y comenzaba la llamada Contrarreforma , San Felipe formaba a los más jóvenes con ternura e ironía acercándoles a la Liturgia y logrando que se divirtiesen cantando y jugando en un lugar que más adelante se convertiría en el Oratorio, proclamada congregación por el Papa Gregorio XIII en 1575.

San Felipe Neri, en su larga vida fue amigo de San Ignacio de Loyola y del cardenal Carlos Borromeo pero él, en su vocación, cuando se le preguntó si quería ser nombrado cardenal, sin dilación contestó: “Prefiero el Paraíso”. Fue proclamado santo en el año 1622.

Ahora podemos disfrutar de San Felipe Neri, el apóstol de Roma, en modo de largometraje en el que destacan los momentos alegres, que sólo nos podía ofrecer quien ha sido calificado como el más alegre de los santos.

La trama se desarrolla en la Roma del siglo XVI. Felipe Neri (Gigi Proietti ), un hombre pobre que viste de sotana y de quien no se nos dice de dónde viene, llega a la ciudad para encontrarse con Ignacio de Loyola, de quien espera lo envíe como misionero con sus frailes a las Indias.

Resulta significativo que desde la primera escena se le advierta de manera clara que, contra su deseo, no irá donde quiere. Y más aún que sea un niño quien se lo diga. Este diálogo inicial entre Felipe Neri y un niño desconocido sintetiza la historia por venir, el futuro próximo del santo: su destino es vivir en Roma, en medio de niños sin hogar a los que irá rescatando de las calles, de los abusos, del hambre y de los vicios.

Estos niños seguirán siendo pobres, lo mismo que Felipe Neri, pero tendrán un techo, comida, dejarán de robar, aprenderán a leer y a escribir y emprenderán un estilo de vida que les llevará a conocer, de la mano de su protector, el significado de la esperanza.

En la parte principal del filme se aprecia la historia de Felipe ganándose a los niños pobres de las calles de Roma. Después el argumento continúa a partir de aquellos niños convertidos en adultos, pero todavía con grandes lecciones por recibir en el camino de la santidad alegre que con su vida pregona Felipe.

Prefiero el paraíso es una cinta optimista, alegre, positiva, para toda la familia, que nos recuerda, desde el humor y la ternura, que santos son aquellos que ven cada día y en cada persona a ese Cristo que muere ¡y Resucita! en “Semana Santa”.

Del santo podríamos aprender muchas cosas. Propongo una: vivamos nuestra fe, a cada instante de nuestra vida, de una manera más alegre. Eso contagia, inspira y transforma. Y lo necesitamos. ¡Peliculón a proa! ¡Por fin una película para reír, pensar, reflexionar y cantar, entonada en los tiempos venideros!

 

Fuente: http://blogs.cope.es/palomitas