Curtis es un obrero y padre de familia en una zona rural de Estados Unidos. Un día comienza a sufrir unas terribles pesadillas, que presagian desastres climatológicos y que le dejan unas extrañas secuelas psicosomáticas una vez despierto. Incapaz de controlar y valorar la consistencia de lo que empiezan a parecer delirios a plena luz del día, Curtis acude a un especialista médico mientras construye un refugio bajo la casa. Todos esos extraños comportamientos no sólo afectan a la vida familiar, sino también a la comunidad de amigos y vecinos. Curtis no sabe si temer que las pesadillas se conviertan en realidad o que no lo hagan y se confirme algo que había temido toda su vida.

 

 

 

Director: Jeff Nichols

Intérpretes: Michael Shannon, Jessica Chastain, Tova Stewart

Guión: Jeff Nichols

Duración: 120′

Género: Thriller, Drama

Estreno DVD: 25/07/2012

Público: +16

Valoración: ***

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 0

Acción: 2

Amor: 0

Violencia: 1

Sexo: 0

Crítica:

Segundo largometraje de Jeff Nichols, de nuevo junto al que parece su actor fetiche, Michael Shannon, que también aparecerá en su próximo film. El guión mantiene el control sobre lo que relata en un tono entre lo real y lo onírico. Sin caer en figuraciones explícitamente dalinianas, sí que hay cierto efecto del surrealismo en lo visual. Se contraponen continuamente las dialécticas propias de un relato fantástico, en el que se teme tanto si la causa es real como si es sobrenatural: la naturaleza está en pugna con lo que nace de la consciencia del protagonista, lo real con lo irreal, el ensueño con lo que hay tras el despertar, lo imaginado con lo experimentado, la locura y la cordura, así como los límites espacio-temporales de sus pesadillas.

Apocalipsis y profecía laten en el fondo de esta especie de parábola o cuento cósmico, narrado desde un pequeño núcleo familiar en una minúscula comunidad rural. De diálogos simples, escuetos y de escasos efectos sonoros, todo ello funciona con una alta eficacia narrativa. Nichols mantiene el pulso hasta el final, gracias también a los actores protagonistas: el atormentado Shannon y una Jessica Chastain que ofrece un perfil más a un incipiente carrera en la gran pantalla. No quedan de lado, como en toda tragedia que se precie, los conflictos más domésticos. Ahí el director y guionista luce la sencilla pero enérgica capacidad para abordar los dramas íntimos alrededor de la enfermedad psíquica y física, y los lazos de confianza que deben sostener las relaciones familiares.

Precisa, aunque algo extensa en minutos, es un buen ejercicio de personalizar unos cuantos géneros de mercado en un esqueleto de corte dramatúrgico clásico.

 

 

Fuente: Lourdes Domingo (www.taconline.net)