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Jon (Joseph Gordon-Levitt) tiende a deshumanizar todo lo que ocurre en su vida: su apartamento, su coche, su familia, su parroquia, y por supuesto sus mujeres. Sus amigos le llaman Don Jon por la habilidad que tiene para conseguir una mujer diferente cada fin de semana. Sin embargo, hasta los ligues más sofisticados no pueden compararse con la felicidad que consigue Jon viendo pornografía delante de su ordenador. Insatisfecho, se embarcará en una aventura a la búsqueda de una vida sexual más gratificante y acabará aprendiendo las grandes lecciones de la vida y del amor a través de su relación con dos mujeres muy distintas: Bárbara (Scarlett Johansson) y Esther (Julianne Moore).

Director: Joseph Gordon-Levitt

Intérpretes: Joseph Gordon-Levitt, Scarlett Johansson, Julianne Moore, Tony Danza, Glenne Headly, Brie Larson

Guión: Joseph Gordon-Levitt

Duración: 90′

Género: Comedia

Estreno DVD: 19/02/2014

Público: +18

Valoración: **

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 4

Acción: 3

Amor: 1

Violencia: 6

Sexo: 6

Crítica:

He aquí una película con trampa. En efecto, casi la gran parte de los 90 minutos de la cinta están dedicados a mostrar la diaria adicción de Jon. Porno duro en su más escabrosa visión, pese a ser contemplado a través de una pantalla de su ordenador. Esta característica ya puede dar una ligera idea de por dónde van las cosas de cara al espectador, aparte de una caricaturesca visión del falso arrepentimiento de este cínico personaje a través de la confesión.

Y aquí llega la trampa. El resto de la película, con la intervención de las archifamosas actrices Scarlett Johansson y Julianne Moore, en sus papeles de mujeres redentoras sirve para dar, a veces un cambio relativo, y finalmente una redención moral del personaje. Aunque no se sabe cuánto durará.

El californiano Joseph Gordon-Levitt firma este primer título como director y guionista después de sus numerosas intervenciones como actor en la gran pantalla. Lástima que para su primera incursión haya optado por utilizar la pornografía en su más dura expresión, como fácil imán, sin querer entrar a fondo en las verdaderas motivaciones del problema en sí.

Y ahí está la trampa. Y el que avisa no es traidor.

Fuente:  Joaquín Guitart (www.taconline.net)