Televisores cuadrados, ideas redondas es el título del libro que han escrito Mikel Lejarza y Santiago Goméz Amigo. Es un relato sobre las historias que ha contado la televisión y los momentos más interesantes que se han narrado a través de la pequeña pantalla.

Mikel Lejarza sabe mucho de televisión porque su vida profesional ha estado, y sigue estando íntimamente ligada a este medio y también a la radio. Radio Euskadi, Euskal Telebista, Telecinco y ahora Antena 3 son los escenarios de su trabajo audiovisual. A lo largo de la entrevista habla de esos programas o series que le han emocionado y enganchado: Los Picapiedra de niño, Canción triste de Hill Street oHomeland, entre otras.

 

No siempre parece que las ideas en televisión sean redondas.

Hay de todo en la viña del Señor. Lo que el libro pretende es centrarse en una visión positiva de la televisión…

 

Son muchos los que ven la televisión como un elemento nocivo.

Sí, muchos tienen una visión negativa. Lo que queríamos poner Santiago y yo en valor es que en el mundo de la televisión ha habido, hay y habrá ideas absolutamente magnificas y redondas que nos han hecho a todos un poco mejor nuestra propia vida.

 

¿Usted cree que los espectadores elegimos bien los programas que vemos?

Rotundamente sí. El público es inteligente, hay que partir siempre de esa premisa…

 

Pues viendo algunos programas quién lo diría.

Para eso se puede elegir, hay quien cree que el público no es inteligente y practica un despotismo ilustrado a la hora de analizar la realidad televisiva. Los programas que triunfan, los que tienen más éxito, siempre tienen algo de bien hechos.

 

¿Vemos demasiado la televisión?

Se consume mucha televisión y ese hecho ha acabado por crear un público con una amplísima cultura audiovisual que le permite seleccionar cada vez mejor lo que ve.

 

Telebasura. ¿Existe?

De lo que hablamos en el libro es de televisión buena, de televisión magnifica; también la hay. Hay muy buenos programas.

 

Realities, historias personales, morbo…, es lo que parece que atrae más.

Contra gustos no hay nada que decir; será eso lo que interesa. La televisión no es uniforme, hay de todo. Hay buenos y malos realities; hay buenos y malos concursos; hay buenos y malos informativos; hay buenos y malos documentales…, podemos seguir. No se pueden relacionar, al menos no debemos hacerlo, los géneros con la calidad. Hay realities que son extraordinarios y de una creatividad absoluta, otros son lamentables.

 

¿Cuál es el programa o la serie que más le ha impactado?

Va por edades. Cuando era niño Los Picapiedra, con el paso del tiempo te das cuenta que es una sitcom pero de dibujos animados. Después me gustaba mucho Hill street blues (Canción triste de Hill Street); también Cheers; los Monty python ingleses. Ahora estoy muy enganchado con Homeland, acaba de ganar en los Globos de Oro. De la televisión más próxima, me parece que Salvados es un programa extraordinario.

 

La televisión es un medio muy denostado…

Eso no es verdad. Un medio que tiene un consumo de media de más de cuatro horas por persona no puede definirse como un medio que la gente no quiera. Es rotundamente evidente que la televisión es un medio que goza del afecto de la gente y que es un medio elegido mayoritariamente como compañía.

 

En el libro hay un capítulo que es consejos para los críticos. ¿Le gustan los críticos?

Por qué no. En primer lugar, muestran un interés por lo que hacen las televisiones y hay que agradecerlo. Crítica siempre tiene que haber, por lo tanto es un papel necesario, imprescindible. Todo esto no quiere decir que estés siempre de acuerdo con la crítica que se haga.

 

Hay quien pone en duda la medición de audiencias. ¿Usted cree en él?

Por supuesto. El sistema de medición es eficaz. Hay un dato, en España se invierten al año más de 1.600 millones euros en televisión. No creo que esa cantidad se lance como se lanzan unos dados, la gente es muy profesional y sabe lo que hace.

 

¿Lo mejor de la televisión, el cine?

No. Lo mejor de la televisión es su enorme capacidad para contar las mejores historias. La televisión en los últimos años ha contado más historias que ningún otro medio y muchas de las mejores.

 

¿Internet es un problema para la televisión?

No, el problema de la televisión es el aburrimiento. Mientras la televisión siga contando las mejores historias que conocemos, contará con el apoyo y el interés de los espectadores. La televisión todos los años te ofrece dos o tres historias francamente buenas.

 

Fuente: Rosana Lakunza (www.deia.com)