En plena era victoriana, Londres es el centro cultural, político y económico del mundo y acumula en sus museos los hallazgos arqueológicos de toda la Antigüedad. Un erudito de Oxford y su mujer son secuestrados a causa de un mapa que revela la localización del cofre del Rey Midas. Sus hijos también son perseguidos y el mayor, Mariah, deberá hallar el cofre para rescatar a su familia.
Director: Jonathan Newman
Intérpretes: Michael Sheen, Lena Headey, Sam Neill, Ioan Gruffudd, Aneurin Barnard, Keeley Hawes, Tristan Gemmill, Daniel Wilde
Guión: Christian Taylor, Matthew Huffman
Duración: 95′
Género: Aventuras, Misterio
Estreno: 04/07/2014
Público: +12
Valoración: ***
Contenidos (de 0 a 6):
Humor: 1
Acción: 3
Amor: 0
Violencia: 2
Sexo: 0
Crítica:
Esta película está basada en las aventuras de Mariah Mundi, un personaje creado por el novelista GP Taylor. Sus libros, que ya componen una saga, gozan de gran éxito de público y ventas tanto en Inglaterra como en Estados Unidos, aunque a día de hoy no se han traducido al castellano.
La propuesta no puede ser más atractiva. Su ambientación en el Londres decimonónico garantiza el encanto de los carruajes, las chisteras, la bruma y la multitud dickensiana de variopintos personajes. Si a esto añadimos la arqueología y sus poco académicos misterios, el entretenimiento está garantizado.
El film, sin embargo, a pesar de sus bellas localizaciones y de unos espectaculares efectos especiales, resulta algo pobre. El guión abarca demasiados temas provocando cierta precipitación y confusión, pasando a veces de lo tópico o inverosímil a lo directamente ridículo.
El reparto, casi todo fantástico, con mención especial a Michael Sheen, falla precisamente en su protagonista. Sin nada que reprochar a la actuación de Aneurin Barnard (que interpreta a Mariah Mundi), es confuso el hecho de que se suponga que es un adolescente pero parezca bastante más crecido y serio de lo que su personaje demanda.
El conjunto, de todos modos, resulta positivo. Visualmente es muy atractiva, los malos son malísimos como debe ser, la angustia y el miedo se ofrecen en dosis toleradas por la infancia y hay suficientes sorpresas como para mantener el interés. Y, por otra parte, dada la escasa oferta de cine de entretenimiento familiar que existe, esta película se convierte en uno de los productos más recomendables para este verano.
Fuente: Esther Rodríguez (taconline.net)