la voz kids

Leo por la mañana que Telecinco está “consensuando” con la familia de Iraila, la niña que participó en “La Voz Kids”fallecida el lunes, la posibilidad de emitir el programa en el que intervino, grabado el pasado mes de julio. Leo a primera hora de la tarde que Telecinco finalmente emitirá “la batalla” de Iraila en “La Voz Kids” porque “los padres así lo desean”“Una vez más la muerte se manifiesta en su forma más injusta”, escribió la coach Malú en su cuenta de Twitter. “Iraila, mi amor, los ángeles te esperan… Descansa en paz”.

No sé si a la niña fallecida la esperaran los ángeles, pero es seguro que los audímetros la recibirán esta noche, por supuesto en horario de máxima audiencia, con los brazos abiertos. El concurso de niños cantantes arrasará, batirá records, será tema de conversación en barras de bar, tertulias televisivas y hasta patios de colegio. Todo el mundo querrá ver la última actuación de Iraila, y hacer el comentario lastimoso sobre su triste desaparición. Pobrecilla, en la flor de la vida, qué bien cantaba, qué lástima más grande…

No me negará usted que Telecinco tiene un imán para las miserias humanas. Lejos de juzgar el deseo de los familiares de la niña por emitir el programa, o la capacidad de los directivos de la cadena para “consensuar” con ellos, la noticia de la emisión de este espacio me causa una profunda desazón. Me estaré haciendo viejo, y blando, y discreto, pero cada vez me gustan menos los duelos multitudinarios. Y lo de esta noche suena a duelo televisado, a show morboso, a utilización extrema de un menor por parte de una cadena. Y es que si ya los concursos con niños me parecen lamentables, con niños muertos me parecen francamente indignos.

 niño tv

Los expertos dicen que en España los menores, que ven cada día más de dos horas y media de televisión, consumen una dieta audiovisual desequilibrada y nociva. Son apenas un 8,5% del público, y no interesan a las grandes cadenas: su capacidad de consumo es muy escasa. Por eso “La Voz Kids” comienza esta noche a las diez, y dura tres horas y veinte minutos (según avance de programación). Es decir, que finaliza pasada la una de la madrugada. El horario infantil elegido por una cadena que piensa, sobre todas las cosas, en lo mejor para los pequeños. Matarlos de sueño.

 

Fuente:  Javier Pérez Albéniz (www.eldescodificador.com)