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Frances vive en Nueva York, aunque en realidad no tiene un apartamento. Frances es aprendiz en una compañía de danza, aunque no es realmente una bailarina. Frances tiene una mejor amiga llamada Sophie, pero ahora mismo no se hablan. Frances quiere mucho más de lo que tiene, pero disfruta de la vida con inexplicable alegría y despreocupación.

Director: Noah Baumbach

Intérpretes: Greta Gerwig, Mickey Sumner, Adam Driver, Michael Esper, Grace Gummer, Charlotte d’Amboise, Michael Zegen

Guión: Noah Baumbach, Greta Gerwig

Duración: 86′

Género: Comedia, Drama

Estreno: 04/04/2014

Público: +18

Valoración: ***

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 2

Acción: 1

Amor: 0

Violencia: 1

Sexo: 1

Crítica:

Noah Baumbach es una figura algo extravagante dentro del cine norteamericano, por eso no es extraño que haya trabajado dos veces con Wes Anderson en los guiones de Fantastic Mr. Fox y Life Acuatic.

De su Frances Ha, obra compuesta a la par con su actual pareja Greta Gerwig (también actriz principal), se dice que es un retrato generacional. Sin embargo, en Una historia de Brooklyn, Baumbach ya perfiló con más crudeza y pesimismo a otra generación, la adulta, cuyo acusado egoísmo (algo infantil) resultaba más desfasado que el de los largo veinteañeros deFrances Ha.

La estrambótica Frances se convierte en un paradigma del joven contemporáneo perdido y atrapado en el tiempo. La época de la universidad ha terminado. Llega el momento de crecer profesionalmente. Pero las ilusiones siguen ancladas en el carpe diem, en lo divertido y en lo emocional pasajero, mientras se habla de quimeras para las que se ponen pocos o nulos medios.

De este modo, Baumbach se embarca en una realización que ha visto mucha Nouvelle Vague y que sabe que Nueva York es la ciudad de Woody Allen, como se apunta en la publicidad del film. No obstante, el director deja la mayor parte del protagonismo a los diálogos y los actores en juego con los espacios donde se mueven, sin convertirse en una apuesta teatral.

Lo curioso del asunto es que, a pesar de cierto tono surrealista, Greta Gerwig logra dar vida a una especie de Peter Pan y Pulgarcita, crecida físicamente pero algo atrapada sentimentalmente. Su perfil de actriz indie inteligente se ajusta perfectamente a un papel de inmadura desorientada e incapaz de encajar las relaciones adultas de los demás.

Sin embargo, la liviandad del conjunto y el final algo descolgado en la resolución de subtramas dejan un poso de insatisfacción en el espectador.

Fuente:  Lourdes Domingo (www.taconline.net)