Carmen Sebrango Sadia, responsable de Carreras Profesionales de la Universidad CEU San Pablo explica en este artículo cómo en Suecia se ha decidido dejar en suspenso la estrategia de digitalización de las aulas y volver a los libros de texto y la escritura a mano
- FUENTE: ABC
La irrupción de la tecnología en nuestro día a día es innegable e imparable. Si bien el adulto es más o menos libre de poner límites al uso que hace de la tecnología, ¿qué está pasando con nuestros niños y adolescentes?
Hemos sido testigos de cómo la tecnología se ha ido abriendo paso poco a poco en las aulas y lo hemos aceptado como aceptamos tantas otras cosas. Sin cuestionarnos, sin información, ciegos ante el impacto que el uso de la tecnología pueda tener en nuestros hijos en el futuro. Hasta ahora.
Suecia ha dado un paso al frente y ha decidido dejar en suspenso su estrategia de digitalización de las aulas y volver a los libros de texto y la escritura a mano. Lo hace tras analizar los resultados de un experimento en el que se introdujeron pantallas digitales en las aulas. Los resultados revelaron que los estudiantes que utilizaban dispositivos electrónicos tenían un rendimiento académico significativamente más bajo en comparación con aquellos que no los utilizaban. La disminución del nivel educativo fue atribuida a la falta de concentración de los estudiantes. Además, se demostró que los dispositivos electrónicos también afectaban negativamente la calidad del sueño de los jóvenes, lo que a su vez impactaba en su capacidad de aprendizaje.
Un estudio de McKinsey & Company sobre el impacto del uso de la tecnología en el aula revela que los alumnos que utilizan tabletas tienen un peor rendimiento que los que no lo hacen, especialmente en lectura, pero también en ciencias y en matemáticas. Cuando es el profesor el que hace uso de la tecnología, mejoran los resultados del alumno en las tres áreas citadas.
Tras décadas de fe ciega en la tecnología, los expertos en educación están empezando a dar marcha atrás y redescubriendo la importancia del aula, la memorización, la caligrafía y los libros en papel. ¿Asistiremos en los próximos años a una ola de desdigitalización masiva?
Los padres, como principales responsables de la educación de sus hijos, deberían tener voz en este asunto. Y la comunidad educativa ha de respetar todas las posturas. También la de los padres que no quieren entregar un dispositivo a un niño en edades tempranas.