Próxima (2019)
La mamá astronauta
Las películas de astronautas están de moda, tal vez tenga algo que ver con ello el 50 aniversario de la llegada del hombre a la Luna, y la nostalgia por las emociones de gestas y descubrimientos de antaño, que hoy en día brillan por su ausencia. Sea como fuere, a títulos com El primer hombre o Ad Astra hay sumar la llegada de esta película europea, Proxima.
Alice Winocour, directora de Augustine y coguionista de Mustang ofrece una historia centrada en mujeres, la astronauta Sarah y su pequeña hija Stella. Sarah, que está separada de su marido, ha sido seleccionada para el primer viaje espacial tripulado a Marte, un magnífico logro profesional, pero que le supondrá no estar con Stella durante un año, una prueba difícil de sobrellevar. La película describe el período de duro entrenamiento previo al despegue del cohete que la llevará a la Estación Internacional junto a otros dos compañeros astronautas, uno ruso y el otro estadounidense. Junto a la presión de los ejercicios pesa la reacción de la pequeña, que aunque encantadora tendrá que acostumbrarse a vivir con su padre, a un nuevo entorno de amigos y escuela, y a ver a su madre sólo en plasma.
Winocour opta por una vía realista a la hora de abordar su historia, con un equilibrio muy de agradecer. Pone en valor el esfuerzo, y no sólo físico, que también, que una mujer tiene que hacer para descollar como cosmonauta, pero evita acertadamente convertir el film en algo asimilable al panfleto feminista. Y pinta bien las relaciones con los otros astronautas, con el ex marido, con los trabajadores de la Agencia Espacial Europea, o del centro de entrenamiento en Moscú.
También evita los sentimentalismos fáciles, porque las reacciones de madre e hija ante la inminente separación son muy naturales, e incluso el único “extraordinario” que se permite en el último tramo de la película, lo acepta el espectador sin rechistar, porque no se ha abusado de la petición de que suspenda su incredulidad. La sobriedad funciona, y los actores lo hacen muy bien, tanto la pequeña Zélie Boulant, como sobre todo Eva Green, que lleva casi todo el peso de la historia. Respaldan bien ellos, Matt Dillon, Lars Eidinger y Aleksey Fateev.