Padre no hay más que uno (2019)

Héroe de andar por casa

Héroe de andar por casa

Javier es padre de familia numerosa, cinco hijos pequeños, la mayor preadolescente, muy dedicado a su trabajo de informático, el peso de educar a los niños recae sobre todo en su esposa. No ha sido capaz de conseguir los días de permiso para irse con su mujer a celebrar los 15 años de matrimonio, pero le anima a ella a que se vaya con su cuñada, él lo tendrá todo bajo control, y no le faltará la ayuda de la asistenta Rosaura, y en caso de necesidad puede acudir a su hermano. Pero llevar el día a día familiar va a resultar una tarea más absorbente y difícil de lo que imaginaba.

Comedia familiar dirigida y protagonizada por Santiago Segura, quien asegura haber tenido como referente al clásico La gran familia de Fernando Palacios, aunque le falta algo de su peso específico, son otros tiempos en que la mirada es más leve, prima la superficialidad. El guión es del propio Segura y de Marta González de la Vega, con quien ya escribió otra comedia “blanca”, Sin rodeos. Y como en ese caso, se basa en una película previa de cierta repercusión en Argentina, Mamá se fue de viaje, que protagonizaba Diego Peretti.

El film resulta simpático, y pone en valor el auténtico heroísmo cotidiano de algunos padres de familia, que se desviven día a día por sacar adelante a su prole, en vez de satisfacer sus metas narcisistas; pero la verdad es que podía haber dado más de sí. Es evidente que Santiago Segura tiene una gracia natural, y maneja bien a los correctos niños protagonistas, dos de ellos hijas suyas en la vida real. Algunos gags, por ejemplo los propiciados por las nuevas tecnologías, los chats, las apps y la moda de los youtubers, tienen su gracia. Y hay riesgo en un par de ocasiones en que se juega con calculada ambigüedad a ser políticamente incorrecto, rompiendo el saque con los estereotipos sobre las familias numerosas, o las preguntas incómodas de los niños.

De todos modos, puede llegar a ser reiterativa la acumulación de pequeñas catástrofes propiciadas por los pequeños, y no se saca partido ni al viaje caribeño de las cuñadas ni a Leo Harlem. A veces uno duda si el director no ha temido que el otro cómico le robara la función, desde luego su charla con un pequeño acerca de los zombies chinos es tronchante, y se echan en falta más momentos como ése.