Kamchatka (2002)

Juegos de resistencia

Kamchatka o la capacidad de resistir, encastillado en los propios ideales. El país de un juego de mesa, que soporta contra viento y marea el asedio de los ejércitos del contrario, se convierte en símbolo de la necesidad de luchar, aunque el mundo se venga encima. Porque esto o casi sucede a una familia compuesta por el matrimonio y dos hijos pequeños. Son los años de la dictadura militar argentina, y tener ideas resulta peligroso. De modo que los cuatro se van una temporada al campo. Harry, el niño mayor, está en esa edad en que empieza a hacerse preguntas. Mientras que El Enano es un chavalín inocente, que apenas se entera de lo que ocurre alrededor.

El argentino Marcelo Piñeyro (Caballos salvajesCenizas del paraíso) no ofrece un discurso didáctico y obvio, o aun peor –cuánto deben aprender los cineastas españoles, a vueltas siempre con la guerra civil–, revanchista. Sus maneras suaves y entrañables se revelan así más efectivas, a la hora de hablar de libertad y persecución. Acierta al pintar una familia normal, donde el contrapunto a la defensa de sus ideas lo ponen los abuelos, que querrían que los padres pensaran más en el futuro de sus hijos. Las actividades políticas, el riesgo de acoger a un joven perseguido, la ayuda que presta el colegio de frailes de los niños (aceptan nombres falsos sin hacer preguntas) son elementos que enriquecen la historia, y que conforman una perfecta unidad.

Recreando la infancia

Con Kamchatka, Piñeyro prueba que puede acercarse al mundo de la infancia con sensibilidad, usando la nostalgia por series de la época como Los invasores, o la ilusión por descubrir a Houdini, no un mago sino un escapista; y que estas referencias son susceptibles de convertirse en sutiles alusiones al momento político.

El dibujo del mundo infantil parece atrapar en sus trazos el espíritu de Víctor Erice. Los niños actores, Milton De La Canal y Matías Del Pozo, auténticos reyes de la función, son un prodigio de naturalidad ante la cámara. Les apoyan con rotunda eficacia Ricardo DarínCecilia Roth y Héctor Alterio, actores que han probado sobradamente su capacidad interpretativa.