Banderas de nuestros padres (2006)

Cuando éramos héroes

Primera parte del díptico ofrecido por Clint Eastwood sobre la Guerra del Pacífico, que se completa con Cartas desde Iwo Jima, rodada también en 2006. La producción es de Steven Spielberg, muy interesado con todo lo que tiene que ver con la Segunda Guerra Mundial, como demostró con Salvar al soldado RyanLa lista de SchindlerEl imperio del sol y la serie televisiva Hermanos de sangre.

Los guionistas Paul Haggis y William Broyles Jr. adaptan el libro escrito por James Bradley y Ron Powers, el primero de ellos hijo de uno de los veteranos que participó en la toma estadounidense de la isla de Iwo Jima. Y lo hacen con una estructura ingeniosa, donde alrededor de la célebre foto de los soldados americanos plantando la bandera, se alternan los pasajes actuales de un investigador que recaba información sobra esa imagen, con otros de los preparativos bélicos que culminarán con la conquista de Iwo Jima, más aquéllos en que los supuestos supervivientes de la histórica foto participan en una gira patriótica por su país para vender bonos de guerra.

Eastwood sigue demostrando una increíble energía creativa a sus 76 años. Marcado por ese tono desesperanzado que recorre toda su filmografía, aquí aborda el horror de la guerra, y cuestiona la noción de héroe y la manipulación mediática, tomando pie del hecho de que la famosa foto en que se planta la bandera no se corresponde con el momento en que realmente se hincó en tierra por primera vez. Lo que lleva a unos errores de identidad acerca de quién está o no en la foto, que sirven para poner sobre el tapete la idea de heroísmo, tan frecuentemente manoseada y magnificada; no niega Eastwood los comportamientos heroicos, pero los concibe como parte de la cotidianeidad, pueden surgir inesperadamente, y no tienen por qué tener continuidad. El film se fija sobre todo en los soldados relacionados con las dos banderas, lo que sirve para atrapar una realidad poliédrica y compleja, que muestra personalidades muy diversas, y para abordar el problema del racismo. A tal respecto, y aunque todos los actores están sobresalientes, descolla Adam Beach encarnando a un soldado de origen navajo.