Erin Brockovich (2000)

Con el agua al cuello

Erin Brockovich, una madre soltera y sin empleo, sufre un accidente de automóvil. Por culpa de unos abogados desbordados de trabajo pierde la indemnización a que tenía derecho. Su enfado es comprensible, pero le conduce a una petición ciertamente original: ya que le han hecho perder el caso, pide trabajo en el bufete de abogados. Su testarudez es premiada con el empleo. Erin se sumerge en papeles, y nota algo extraño en los correspondientes a una inmobiliaria: los terrenos y viviendas tienen un suministro de agua contaminada. Lo cual ha provocado daños en la salud de varias familias.

Película de abogados, con una intriga interesante y, sobre todo, con la presencia impagable (aunque le lluevan millones de dólares por película) de Julia Roberts. Esta chica es, sin duda, la actriz que mejor llena la pantalla en la actualidad, con un carisma digno heredero del de una Katharine Hepburn, por poner un poner. Su personaje, una mujer con ganas de trabajar y una vida sentimental y familiar complicada, que viste de modo llamativo, es un regalo para Julia, que lo borda. En esta película tiene además la suerte de contar con un actor masculino a su altura: Albert Finney, el protagonista de Tom Jones. La novia de América se llevó merecidamente el Oscar a la mejor actriz.

Basado en hechos reales

A lo mejor alguien piensa que es demasiado fantasioso que una chica hortera y sin estudios de derecho se meta con fortuna en complicados pleitos en los tribunales. Sin embargo la historia narrada por Soderbergh es absolutamente auténtica y Erin Brockovich es una mujer real que vive en Estados Unidos y que llevó a cabo ella solita su lucha por los desfavorecidos.