Juego de espías (2020)
El amigo especial
Cinta familiar de acción con niña, cortada por el mismo patrón de Poli de guardería y Un canguro superduro, con Dave Bautista tomando el relevo a Arnold Schwarzenegger y Dwayne Johnson. El guión se debe a los hermanos Erich y Jon Hoeber.
JJ es un agente de la CIA bastante contundente en las misiones que le encomiendan, aunque suele causar más destrozos que un elefante en una cacharrería. Botón de muestra, su último destino en Chernobyl para contactar con unos traficantes rusos de armas, donde las explosiones pusieron luz y sonido a la “fiesta”. Sus jefes decide apartarle del foco de una misión, encomendándole asistido por la analista Bobbi la vigilancia colateral de Kate, viuda madre de la niña Sophie, cuyo marido estuvo envuelto en asuntos feos, y con quien podría contactar el cuñado, capo de los criminales de turno. De modo que se establecen en un piso vecino y realizan tareas de espionaje, en que les pilla la pequeña Sophie, que pacta su silencio a cambio de que JJ la inicie en el oficio de agente secreta.
Peter Segal, especializado en comedias, nunca ha logrado entregar una verdaderamente brillante, o al menos notable, Ejecutivo agresivo, 50 primeras citas o Superagente 86 De película no son para tirar cohetes. Pero conoce el oficio y aquí maneja un producto amable, que se ríe de las convenciones del género de acción y espionaje, y que logra arrancar algunas sonrisas por el contraste entre la niña marisabidilla encarnada por Chloe Coleman (vista en las series Big Little Lies y Upload) y el grandullón musculoso bastante inexpresivo Dave Bautista. Aunque architípico es eficaz por ejemplo el momento en que JJ ejerce de “amigo especial” de Sophie en la escuela, donde los papás cuentan sus distintos oficios, y el de él consiste en manejar “basura”, pero no basura cualquiera sino “basura humana”.
