Sinopsis oficial

Álex Ventura, un joven e inexperto diplomático, se ve convertido sin proponérselo en el líder de una misión que pondrá a prueba todas sus convicciones: recuperar el tesoro submarino robado por Frank Wild, un aventurero que recorre el mundo saqueando el patrimonio común de las profundidades del mar. Conformando un singular equipo con Lucía, una funcionaria de armas tomar, y Jonas Pierce, un brillante abogado norteamericano apasionado por las viejas historias de piratas, Álex emprenderá la aventura de su vida, descubriendo la importancia del amor, la amistad y el compromiso con aquello en lo que uno cree.

 

Crítica La Fortuna (2021) por Juan Luis Sánchez de DECINE21

En busca de la fragata perdida

En busca de la fragata perdida

2007. Frank Wild, cazatesoros sin escrúpulos que forma parte de la empresa Atlantis, descubre en el fondo del mar un tesoro de un antiguo navío hundido. La corporación ofrece una rueda de prensa publicitando el hallazgo, con el objetivo de atraer inversores, pero oculta datos sobre el pecio, y su posible nacionalidad. Escucha la noticia Lucía, funcionaria de Protección del Patrimonio del Gobierno español, que sospecha que se trata de un buque español hundido en Algeciras, por lo que telefonea a Álex Ventura, joven diplomático que acaba de entrar a trabajar en el Ministerio de Cultura. Aunque al superior de Álex y al propio titular de la cartera les importa un pimiento que se expolie el oro español, puesto que el asunto ha llamado la atención de los medios de comunicación, para quedar bien acaban organizando una comisión de investigación, y envían a Lucía y a Álex a Algeciras, a investigar si el navío en cuestión pertenece a España.

Primera incursión de Alejandro Amenábar en el terreno de las series, con seis capítulos de una hora en los que llama la atención el holgado presupuesto, que permite despliegues importantes de producción, lo que se nota sobre todo en los flashbacks que cuentan la historia del galeón. Adapta la novela gráfica «El tesoro del cisne negro», escrita por Guillermo Corral e ilustrada por Paco Roca, a su vez inspirada en la historia real del Odissey, y del hundimiento de la fragata española Nuestra Señora de la Mercedes, en 1804. Si en Los otros el cineasta recuperó el espíritu de los cuentos de fantasmas tradicionales y el cine de terror clásico, aquí hace lo propio con los relatos de aventuras de Robert Louis Stevenson, aunque se nota la influencia de las aventuras de Indiana Jones -a las que se cita de forma expresa-, de la subtrama de los cazatesoros del principio y el final de Titanic, de James Cameron, y sobre todo de «El tesoro de Rackham el Rojo», el popular álbum de «Las aventuras de Tintín», con el que la trama tiene muchos puntos en común. También gran parte del relato tiene tono de thriller judicial.

Quizás tarda en arrancar y le falte algo de chispa, que antes sí ha logrado Amenábar en algunos de sus trabajos, y también suspense y acción. Pero el realizador y también coguionista hace gala de su habilidad para la puesta en escena, y para la dirección del heterogéneo reparto. Quedará en el recuerdo sobre todo el todoterreno Stanley Tucci, pues logra que su Frank Wild, pese a ser antagonista de la función, conecte con el público porque le dota de enorme humanidad. También dejan buen sabor de boca Ana Polvorosa (Lucía) y el poco experimentado Álvaro Mel, omnipresente porque su Álex es el gran protagonista, que recuerda con sus movimientos y gestos en cierta medida al personaje de Hergé. En pequeños papeles se lucen Karra Elejalde y Blanca Portillo, entre otros rostros conocidos.

Reivindica que la Cultura y los tesoros históricos estén al alcance del público, y critica el cainismo propio que abunda entre los españoles a la hora de defender nuestra Historia. Habla también del choque entre la cultura española y la estadounidense (con diálogos en español e inglés según corresponda a cada personaje). Y critica con mucho sentido del humor a los políticos españoles, mal preparados y preocupados únicamente por mantener su sillón. Lo hace sin posicionamientos ideológicos, pues se diría que reparte a diestra y siniestra, sobre todo porque la pareja principal representa a las dos Españas, mientras que el ministro encarnado por Elejalde parece una mezcla de reconocidas figuras de partidos diferentes.