Un centenar de personalidades respaldan un documento que resalta la vulnerabilidad de los humanos y las instituciones ante una tecnología cada vez más sofisticada y autónoma
Los avances tecnológicos han transformado la historia de la humanidad ofreciendo comodidades y eficiencia. Pero, ante el avance imparable de la inteligencia artificial se plantean desafíos como el de la pérdida de privacidad, la dependencia tecnológica y la desigualdad digital. La profesora de la Universidad de Harvard Shoshana Zuboff plantea una pregunta crucial: “En esta tercera década del siglo XXI se decidirá sin duda nuestro destino: ¿conseguiremos encaminarnos hacia un futuro digital mejor o nos arrastrará a lo peor?”
En este contexto se ha presentado este miércoles el Manifiesto OFF, un texto con el que más de 100 firmantes reclaman retomar el control sobre la tecnología digital. Esta iniciativa alerta sobre el punto crítico que estamos alcanzando en nuestra relación con la tecnología y propone una serie de medidas concretas para afrontar este reto.
Hidalgo ha hecho énfasis en los problemas que provoca el acceso temprano a la tecnología sin control: “Observamos un aumento de entre el 50% y el 100% de los principales indicadores que describen la insatisfacción frente a la vida, el miedo frente a la vida, las depresiones y otros trastornos mentales por parte de los menores”. Estos datos, ha indicado Hidalgo, están respaldados por nombres como el del psicólogo Francisco Villar —también firmante del manifiesto—, cuyo servicio de Atención y Prevención del Suicidio de los adolescentes y niños del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona ha pasado de atender 244 casos en 2016 a más de 1.000 el año pasado.
Ana Caballero, vicepresidenta de la Asociación Europea para la Transición Digital, se ha referido en su intervención a la mercantilización de los datos a la que se enfrentan los usuarios: “Las empresas extracomunitarias ven a los europeos como una gran base de datos con poder adquisitivo. Muchas veces no somos conscientes de que pagar con datos es pagar”.
José María Lassalle, ex secretario de Estado de Agenda Digital y director del Centro de Humanismo tecnológico de ESADE, ha insistido en que “la IA no es una tecnología facilitadora, es una tecnología finalista, busca la sustitución del cerebro humano”. Lassalle ha añadido que “la frontera más importante en la que debemos trabajar los europeos” es en la de la creación de un reglamento que salvaguarde que no se produzca una alteración de la condición humana por parte de estas tecnologías
Por su parte Elena Herrero-Beaumont, cofundadora de la consultora Ethosfera, ha sugerido regular la ética en el diseño de algoritmos de forma que se asegure su integridad. “Existe una gran asimetría entre las grandes empresas tecnológicas y las grandes redacciones. Es una lucha desigual que provoca la deriva del periodismo”, ha explicado Herrero-Beaumont, que como soluciones propone la prohibición de la publicidad microfocalizada y “la suscripción a medios de comunicación fiables”.