Bella y Edward están a punto de casarse y eso llena de felicidad a muchos, pero también de rabia a otros como Jacob. Durante la luna de miel, ella empieza a sentirse mal y nota que algo crece en su interior a un ritmo inusual al de un embarazo. Mientras su vida corre peligro y genera opiniones contrapuestas, vampiros, hombres lobo -y Jacob en medio de ellos- lidian con sus enemistades cada vez más al límite e intensificadas por las consecuencias que acarreará la criatura que Bella está gestando. 

Director: Bill Condon

Intérpretes: Kristen Stewart, Robert Pattinson, Taylor Lautner, Anna Kendrick, Peter Facinelli

Guión: Melissa Rosenberg

Duración: 117’

Género: Fantástico, Drama, Romántica

Estreno: 18/11/2011

Estreno dvd: 07/03/2012

Público: 18+

Contenido: Acción 4/6, Violencia 4/6, Sexo 2/6

Valoración: 2/6

Crítica:

Bill Condon ha dirigido controvertidos títulos por su temática -como Dioses y monstruos Kinsey– o algo más convencional, como la oscarizada Dreamgirls. Ahora entra en el olimpo de los directores de la saga más involuntariamente kitsch que recuerdan nuestras retinas. David Slade, Chris Weitz o Catherine Hardwicke han sido sus predecesores en dotar de imágenes a las letras de la escritora y productora Stephenie Meyer. Parece que la autora sí parece contenta con el trabajo de Melissa Rosenberg, que ha firmado cada uno de los guiones de Crepúsculo. Su participación en las 4 entregas de Meyer y en series televisivas, desde la clásica Cinco en familiaO.C., Ally McBeal o la actual Dexter, la han convertido en una libretista de moda.

Amanecer (parte I) es un nuevo disco de canciones románticas acompañadas de planos premiosos, saturados de colores de efecto decorativo y esteticista y miradas alternamente ardorosas y melancólicas y, por supuesto, contemplaciones en el espejo. Un disco rayado que simplemente sube el tono, en su primera parte, respecto al vacuo romanticismo de sus predecesoras. Ni siquiera completa el repertorio. Un nuevo trabajo sobre el narcisismo y el culto a la eterna (literalmente) juventud, para adolescentes enamorados del amor o adultos en preocupante stand by madurativo.

Poco contenido se puede agitar en esta entrega, que acaba a la mitad (continuará dentro de un año), y que usa o abusa de los elementos clásicos del género vampírico para darles un toque entre Disney y MTV. Las pasiones se exaltan –odios, amores supuestamente eternos, venganzas e instintos naturales- pero ponen en juego tramas poco jugosas narrativamente. Por una parte, el film es poco más que lo que muestra el tráiler, dado que Meyer y Rossenberg se embelesan y enroscan en un argumento mínimo al que dan mil vueltas con una reiteración y sensación de pausa algo exasperantes. Y por otra, la mayor parte de las frases son de culebrón, evidentes, risibles, de manera que las nimias reflexiones que aporta el film (como la apuesta de Bella por la maternidad) laten débilmente y acaban por apagarse.

Capítulo aparte estaría el reparto, sobre todo en sus protagonistas que, aunque limitados por el guión, alardean de unos rostros pálidos (sin estar en un western) con un catálogo de muecas que se acaba en el número 5, como la saga. 

Fuente: Lourdes Domingo, Taconline