En 1974, Ingmar Bergman presentó una de sus películas más referenciales: Secretos de un matrimonio. De casi tres horas de duración, el cineasta sueco vertía sus experiencias vitales sobre la vida conyugal, marcadas por la infidelidad, los traumas religiosos y sexuales heredados de una educación rigorista protestante. Esta película ha sido llevada al teatro en múltiples ocasiones, y en esta ocasión ha sido adaptada en Estados Unidos por el creador de series psicologistas sobre la vida en pareja como En terapia y The Affair.
En esta traslación hay cambios considerables. No sólo por el metraje, que se multiplica hasta llegar a 5 capítulos de una hora, sino también por el tono y el reparto. La selección de Oscar Isaac y Jessica Chastain para hacer los personajes que interpretaron Erlando Josephson y Liv Ullman es acertadísima. Los dos actores son de otra órbita desde hace décadas, y tienen una comuicación maravillosa en cada plano, como ya mostraron en la película El año más violento. Sus interpretaciones tienen la virtud de minimizar los giros incomprensibles de la trama, que juega con demasiada frecuencia con cambios de registro emocional de los personajes, habitualmente motivados por reacciones impulsivas y sexualizadas.
Ingmar Bergman fue un desencantado existencial, también en el matrimonio, donde encadenó todo tipo de fracasos, con 8 mujeres y 9 hijos que vieron las discusiones y rupturas como algo natural en el hogar. Esta visión de la vida familiar estaba plasmada con brillantez y mucho más sugerencia en la película de 1974 que en esta serie de HBO max, donde se combinan algunos momentos de humanismo veraz, con escenas y diálogos forzados y epidérmicos, muy lejos de la complejidad mostrada en películas como Historia de un matrimonio o series como This is us o la citada En terapia.
Firma: Claudio Sánchez