David (Oriol Pla) tiene veinte años y llega a Barcelona, procedente de su pueblo, en busca de una oportunidad en la gran ciudad. Gracia (Rosa Maria Sardà) tiene sesenta y tantos, y por mediación de una agente social le ofrece una habitación en su piso, a cambio de compañía y atención. La convivencia es, desde el principio, explosiva, pero…

 

 

 

Director: Ventura Pons

Intérpretes: Rosa Maria Sardà, Oriol Pla, Santi Millán, Amparo Moreno, Diana Gómez, Alex Maruny

Guión: Carmen Morell, Jaume Cuspinera, Ventura Pons

Duración: 90′

Género: Comedia

Estreno: 02/03/2012

Público: +16

Valoración: **

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 3

Acción: 2

Amor: 0

Violencia: 0

Sexo: 0

Crítica:

El director catalán Ventura Pons lleva firmados a través de su larga carrera cinematográfica, iniciada con Ocaña, retrat intermitent en 1977, más de 24 largometrajes; siete de ellos con la intervención en su reparto de Rosa Maria Sardà, también protagonista principal de este Any de Gràcia. Casi podría decirse que Ventura Pons y sus colaboradores ya elaboraron el guión de esta película pensando exclusivamente en ella.

Ampliamente conocida por sus numerosas apariciones, tanto en la gran pantalla como en teatro y televisión, Rosa María Sardà convierte este papel en una de sus interpretaciones más cuidadas. Abandona su facilidad al histrionismo irónico y se ajusta con mayor veracidad a la realidad de la persona de cierta edad que “necesita” de una compañía sin que ello ocasione, en principio, grandes cambios en su quehacer diario.

El joven actor Oriol Pla le da una ajustada réplica en una simpática y más que prometedora interpretación.

La casi totalidad de la cinta está rodada en conocidos rincones del barcelonés barrio de Gràcia, con sus pintorescas plazas y recónditos cafés, circunstancia que le confiere un calor localista de profundo apego vecinal.El retorno de Ventura Pons a la comedia, pese a la simplicidad del argumento, es de agradecer en grado sumo, especialmente en momentos en que tan necesarias son las muestras de distensión y muy en especial la profusión de cariño, solicitud y comprensión en nuestro trato con los mayores de nuestro entorno.


Fuente: Joaquín Guitart (www.taconline.net)