Ficha:  102 min. | Bélico | Thriller | Drama Público apropiado: Jóvenes-adultos Año: 2016 País: Reino Unido Dirección: Gavin Hood Intérpretes: Helen Mirren, Aaron Paul, Alan Rickman, Barkhad Abdi, Jeremy Northam, Iain Glen, Phoebe Fox, Kim Engelbrecht, Meganne Young, Carl Beukes, Monica Dolan, Richard McCabe Desde Sussex, la oficial Katherine Powell supervisa una operación militar para capturar a varios extremistas que se reúnen en una casa de Nairobi. Tiene a sus órdenes al piloto de un avión no tripulado que proporciona vigilancia aérea, y a algún agente junto al objetivo, que envía escarabajos mecánicos teledirigidos con cámara de vídeo. Las imágenes desvelan que los terroristas preparan una acción contra civiles, por lo que Powell pedirá a sus superiores autorización para aniquilarles. Tras el Oscar a la mejor película de habla no inglesa por Tsotsi, el sudafricano Gavin Hood saltó a Holllywood con filmes de temática fantástica, X-Men Orígenes: Lobezno y El juego de Ender, de resultados más bien insulsos. Le ha venido bien apartarse del ‘mainstream’ y ponerse al frente de esta cuidada producción rodada en su país, con capital británico, que se centra en el debate sobre la moralidad de la guerra contra el terrorismo mediante el uso de drones teledirigidos, que saltó a la actualidad sobre todo tras los ataques encubiertos de la administración Obama contra dirigentes de Al Qaeda en Yemen, Somalia y Pakistán. Parte de un guión muy cuidado de Guy Hibbert (Omagh), que aborda el tema central sin entrar en cuestiones de derecho internacional, pero también sin quitarle un ápice de complejidad. Espías desde el cielo pretende aportar elementos para el debate, más que adoctrinar. Por un lado acepta que para evitar un mal mayor puede ser legítimo causar la muerte de quienes preparan un atentado masivo, pero también reconstruye con distanciamiento crítico el papel de los que intervienen en la toma de la decisión final. Se ve así que los políticos a veces están más preocupados por salvar sus muebles, que por llevar a cabo acciones justas, o que a los militares les puede venir bien acabar con objetivos, dejando un poco de segundo lado lo que se conoce con el eufemismo de ‘daños colaterales’. Podría pensarse que estamos ante un film demasiado discursivo, pero no es así, pues logra enorme dramatismo, y tensión ‘in crescendo’. Un reparto internacional de esos que se califican como “de campanillas” logra dar humanidad a los personajes, y que se entienda (aunque pueda no compartirse) que a veces amañen el papeleo, con tal de quedar bien. Quizás destaque sobre el conjunto Aaron Paul, que compone el escalofriante papel del piloto que hace la guerra sentado sobre un monitor, como el que juega con la consola, y que a pesar de sus dudas, en el fondo debe obedecer las órdenes. Pero también desarrollan buenos trabajos Helen Mirren (teniente que comanda la misión), el escocés conocido por Juego de Tronos Iain Glen, brillante como ministro de exteriores con problemas puntuales de salud, Barkhad Abdi, candidato al Oscar por Capitán Phillips, como heroico agente sobre el terreno, y en su última aparición física en pantalla el gran Alan Rickman (oficial que supervisa desde Londres), a cuya memoria está dedicado el film. Firma: José María Aresté