Cuatro (15.45h)   140 min. | Aventuras | Fantástico Público apropiado: Jóvenes Año: 2008 Países: Reino Unido, EE.UU. Dirección: Andrew Adamson Intérpretes: William Moseley, Anna Popplewell, Peter Dinklage, Georgie Henley, Skandar Keynes, Warwick Davis, Ben Barnes, Sergio Castellitto, Shane Rangi, Alicia Borrachero, Damián Alcázar,  Pierfrancesco Favino, Vincent Grass, Simón Andreu, Tilda Swinton       Narnia está gobernada por los telmarinos, hombres que se han establecido allí desplazando a las criaturas mágicas. Miraz, el hermano del difunto rey telmarino, acaba de ser padre de un niño varón, por lo que peligra el acceso a la corona del legítimo heredero, el príncipe Caspian. Aconsejado por su tutor, el doctor Cornelius, Caspian huye precipitadamente por la noche al bosque, donde se va a encontrar con las criaturas de la antigua Narnia, que el joven creía eran pura leyenda. También hará sonar un viejo cuerno que, según las viejas historias, sirve para convocar ayuda en tiempos de dificultad. Y en efecto, los hermanos Pevensie, Peter, Susan, Edmund y Lucy, que se encuentran en el andén del metro en el Londres de 1941, un año después de los sucesos narrados en Las Crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario, llegan de modo mágico a Narnia. Se encuentran un lugar muy distinto al que dejaron tiempo atrás. Apasionante entrega de “Las Crónicas de Narnia”, la saga fantástica de C.S. Lewis. Y aunque estamos ante un relato fantástico, se opta por un inteligente realismo. Aquí se adapta el segundo de los libros del autor inglés, de nuevo con Andrew Adamson tras la cámara, y hay un claro esfuerzo de fidelidad al original. La apuesta en esta ocasión es abordar el tema de la fe, cuando la presencia y la ayuda de Aslan no son tan evidentes como en la anterior aventura. Si en El león, la bruja y el armario el sacrificio del león era patente, aquí Aslan no se deja ver, es una etapa de oscuridad, en que la tentación para Peter es confiar sólo en sus propias fuerzas en la tarea de ayudar a Caspian; esto le conduce a la arrogancia y a la confrontación, mientras que en el caso del príncipe surge la opción de ceder a las seductoras garras del mal; también Lucy, la más cercana a Aslan, a quien ve en sueños, pasa por la prueba del miedo, de considerarse demasiado pequeña e indefensa para poder actuar.   Firma: Pablo de Santiago