Ficha:

89 min. | Animación | Terror | Comedia

Público apropiado: Todos

Año: 2015

País: EE.UU.

Dirección: Genndy Tartakovsky

 

Pese a sus antiguas reticencias, Drácula se siente tan orgulloso como cualquier otro padre cuando su hija, Mavis, contrae matrimonio en el Hotel Transilvania con Jonathan, el humano que la encandiló. Poco después, el conde es abuelo, pero le entran las preocupaciones, pues el pequeño híbrido Dennis parece más normal que vampiro, así que traza un plan para llevarle en ausencia de sus padres a un campamento donde le enseñarán a comportarse como un monstruo.

Muy apreciado en el campo de la animación por series como El laboratorio de Dexter, Genndy Tartakovsky debutó con buen pie en el largometraje con Hotel Transilvania, donde le sacó mucho jugo a su premisa: un chico se enamoraba de la hija de Drácula, convertido en regente de un hotel. Explotada ya la idea se corría peligro de perder fuelle en la secuela.

Nada más lejos de la realidad, pues el guión de Hotel Transilvania 2, coescrito por el doblador de Drácula en la versión original, Adam Sandler, acierta al centrarse en las reacciones del personaje central cuando su familia aumenta. Tiene su gracia que a pesar de sus colmillos manifieste las mismas alegrías, pero también le entren las mismas dudas que a cualquier hijo de vecino.

Aquí el sencillo mensaje sobre la importancia de la familia a pesar de sus posibles rarezas (o normalidades) está incluido con mucha frescura, así como su alegato a favor de la tolerancia, con unos suegros pro diversidad criaturas-personas, muy divertidos. Consciente de que no cuenta con la potencia de Pixar, Tartakovski se agarra a que su animación es lo suficientemente fluida, a unos diseños de personajes memorables, a una ambientación gótica muy simpática, y a que sabe dar lugar a buenos gags.

En cierta forma, el doblaje español se apunta un tanto con el veterano Arturo Fernández prestando su voz al bisabuelo Vlad. Por supuesto llama a la gente “chatín”.

 

Firma: Juan Luis Sánchez