Ficha:

135 min. | Acción | Aventuras | Ciencia ficción

Público apropiado: Jóvenes

Año: 2015

País: EE.UU.

Dirección: J.J. Abrams

Intérpretes: John Boyega, Daisy Ridley, Harrison Ford, Oscar Isaac, Adam Driver, Carrie Fisher, Mark Hamill, Andy Serkis, Domhnall Gleeson, Gwendoline Christie

Casi 40 años después de la película original, vuelve la saga de La guerra de las galaxias, en esta ocasión por primera vez sin el concurso de George Lucas, pero con un formidable sucesor: J.J. Abrams, curtido en televisión con Alias y Perdidos, y en cine con Misión imposible y Star Trek. El resultado complacerá sin duda a los fans galácticos recalcitrantes, y captará nuevos adeptos entre las nuevas generaciones.

El despertar de la fuerza narra acontecimientos posteriores a El retorno del jedi, cuando la siniestra Primera Orden ha sustituido al Imperio en el lado oscuro de la Fuerza, con un ejército más poderoso que nunca, y una alianza rebelde que hace lo que puede para hacerle frente. Rey, una joven sin familia, y Finn, un antiguo soldado imperial, con ayuda del droide BB-8, deberán intentar dar con el paradero del mítico jedi Luke Skywalker para, una vez más, salvar a la galaxia.

Aletea la fuerza, como parece lógico, en esta película, que parece urdida con la idea de tomar lo mejor del film con que empezó todo en 1977, lo que puede verse como un guiño a los nostálgicos –indudablemente lo es–, pero también como una jugada inteligente, consistente en reconocer lo que subyugó a los espectadores de antaño, para entregarlo de nuevo a modo de auténtica reinvención y convenientemente dosificado. Casi podría hablarse de remake, sin haber nada peyorativo en el uso de esta expresión, para ser justos y evitar malentendidos digamos que se trata de variaciones sobre la lucha que no cesa entre el bien y el mal, con ecos de situaciones ya vistas que son lo mismo sin ser lo mismo.

Firma el guión Abrams junto a Lawrence Kasdan –que participó en los libretos de El imperio contraataca y El retorno del jedi, y Michael Arndt, que estuvo en la cinta animada de Pixar Toy Story 3–, que asume y reinventa todos los elementos posibles del primer film. Abunda la acción y la aventura punteadas con golpes de humor, servidas con buenos efectos visuales en los combates entre naves espaciales, la recreación de planetas y diseño de criaturas, evitando al mismo tiempo el empacho digital de Lucas, que malogró en parte su trilogía de precuelas. Y hay espacio para las sorpresas argumentales de contenido dramático, que por supuesto, no desvelaremos en estas líneas.

Están bien los ingenuos e idealistas personajes de Daisy Ridley y John Boyega, una chica guerrera y un soldado imperial converso negro que empiezan a sentir una clara atracción, más el en alza Oscar Isaac, un piloto de la alianza rebelde, y el villano de la función, buen trabajo de Adam Driver como Kylo Ren; los actores aportan juventud más el toque de mayor peso femenino y de diversidad racial. El nuevo robot BB-8 tiene encanto. Produce, por supuesto un agradable cosquilleo constatar el retorno de Han Solo, Chew, Leia y Luke, más los inefables androides que han estado en todas las películas de la saga, R2-D2 y C-3PO. Siempre da gusto ver a Max von Sydow, pero por desgracia su presencia no tiene la relevancia que han tenido veteranos como Alec Guinness, Peter Cushing o Christopher Lee en otras entregas de la saga galáctica, que en su nueva andadura promete pingües beneficios para Disney.

Firma: José María Aresté