Micky Ward es un boxeador de origen irlandés, a quien entrena su hermanastro Dicky Eklund, otrora púgil prometedor y actualmente adicto al crack. Ejerce como manager su madre Alice, o sea que la carrera de Micky es asunto de familia. Y enfocada así, podría tener tan poco futuro como Dicky. La única solución, a la que le anima su novia Charlene, pasaría por despegarse del clan, algo muy duro.
Director: David O. Russell
Guión: Pual Tamasy, Eric Johnson, Keith Dorrington y Scott Silver.
Intérpretes: Mark Wahlberg, Christian Bale, Amy Adams, Melissa Leo, Mickey O’Keefe, Jack McGee.
Género: Biográfico, drama
Estreno: 4-2-2011
Público: Jóvenes.
Valoración: ****
Contenidos (de 0 a 6): Humor 1, Acción 2, Amor 0, Violencia 2, Sexo 2
Crítica
Potente película, basada en hechos reales, con un excelente manejo de los elementos arquetípicos del drama deportivo de boxeo. Tiene 7 nominaciones al Oscar, incluida la de mejor película. El deporte de los puños ha dado pie siempre a filmes excelentes, pues se presta a abordar grandes cuestiones, como superar la rémora de la baja extracción social –la familia de Micky es de un barrio obrero de Lowell (Massachusetts)–, encontrar los mentores adecuados –entrenador y manager–, contar con el apoyo necesario –se muestra la tensión del protagonista, atrapado entre dos fuegos familiares–, no amilanarse ante los rivales y tener afán de victoria.
Llama la atención la solidez del guión, que usa como astuto esqueleto argumental en la primera mitad el rodaje de un documental de HBO sobre Dicky Edlund. Esto y los conflictos familiares otorgan enorme hondura a la realista trama: lo más importante no son los combates de boxeo, aunque tengan entidad, sobre todo en el clímax.
David O. Russell (Tres reyes) prueba que es un gran director. Hay pasajes muy visuales, como aquel en que los hermanos trabajan en el asfalto de una calle de su barrio, que sitúa muy bien el entorno narrativo. Y no hace falta grandes discursos, basta la pura imagen para ver que la fe sostiene a los hermanos en los momentos más complicados. Sus actores, muy bien dirigidos, entregan grandes interpretaciones. Desde Mark Wahlberg –también productor–, el protagonista en la encrucijada, como un sorprendente Christian Bale –esquelético, recuerda a Daniel Day-Lewis–, o las magníficas Amy Adams y Melissa Leo, novia y madre respectivamente de Micky.
Fuente: José María Aresté (Aceprensa, 2 Febrero 2011)