Dirección: Richard Eyre

Intérpretes: Antonio Banderas, Laura Linney, Liam Neeson, Romola Garai, Laurence Richardson, Amanda Drew

Guión: Richard Eyre, Charles Wood

Duración: 90 min.

Público apropiado: Adultos

Género: Drama

 

Por: decine21

cronica_engano_CGrande, grandísimo chasco. The Other Man está dirigida por Richard Eyre, responsable entre otra de Iris (2001) y Diario de un escándalo, esta última su mejor película hasta la fecha. Aquí adapta un relato de Bernard Schlink, autor alemán que ha sido adaptado también en 2008 en The Reader (El lector), con mejor fortuna. El film pretende ser una especie de disección del matrimonio, una mirada a las grietas que pueden existir en una relación de pareja, a través de un triángulo amoroso bastante vulgar. Usando de una estructura que juega al despiste, con abundantes flash-backs, vemos al protagonista, Peter (Liam Neeson), roto, porque su mujer, Lisa (Laura Linney), le ha dejado. Y descubre, en su ordenador personal, correos electrónicos y fotografías de un tipo, Ralph (Antonio Banderas), con el que ella ha tenido una larga aventura. Consciente de que Ralph está intentando reunirse con su esposa, acude a Milán, donde traba conocimiento, aunque sin desvelar su identidad de marido de Lisa; y escucha, de modo obsesivo, el relato que le hace el otro, un perdedor, de su relación con Lisa. Entretanto, la hija de Peter y Lisa, preocupada por su progenitor, le pide que olvide el tema, ha de dejar ir a su madre.

Eyre ofrece una película lenta y reiterativa, tal vez con la intención de subrayar las obsesiones del protagonista, lo que no le impide ser cansino, en parte por la pobre visión de la vida familiar y conyugal. Su «sorpresa», que da un vuelco algo dramático al relato, suena a falsete. Y los actores no parecen creerse del todo a sus personajes, especialmente Neeson y Banderas, cuya «amistad» por así decir surge demasiado deprisa, resulta difícil de aceptar. Y hay recursos narrativos demasiado artificiales (las partidas de ajedrez, el ordenador, el móvil), cuando no de una gratuidad que roza el absurdo (la tortuguita, los zapatos).