El sargento Gerry Boyle, un tipo sin pelos en la lengua, gaélico de pura cepa, misógino, poco escrupuloso a la hora de recurrir a prostitutas, sirve como policía en un pueblecito irlandés. Sólo su anciana madre enferma parece tocar su corazón, pues habitualmente es un tipo al que le encanta ser hiriente con el prójimo. A pesar de sus prejuicios racistas, el poco ortodoxo oficial se ve obligado a formar tándem con el agente del FBI negro Wendell Everett, que ha llegado de Estados Unidos para parar los pies a una banda de narcotraficantes, que han asesinado al compañero de Boyle.

 

 

 

 

Director: John Michael McDonagh

Intérpretes: Brendan Gleeson, Don Cheadle, Mark Strong, Liam Cunningham, David Wilmot, Rory Keenan, Fionnula Flanagan, Dominique McElligott

Guión: John Michael McDonagh

Duración: 96 min

Género: Comedia | Thriller

Estreno DVD: 28/11/2012

Público: Jóvenes-adultos

Valoración: ***

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 3

Acción: 3

Amor: 3

Violencia: 1

Sexo: 1

Crítica:

El británico John Michael McDonagh, hermano de Martin McDonagh (Escondidos en Brujas), se declaró decepcionado tras la experiencia de trabajar como guionista en Ned Kelly, filmada por el australiano Gregor Jordan, que realizó numerosos cambios. Por esta razón, decidió que su nuevo libreto lo llevaría él mismo a la pantalla, en su debut como realizador de largometrajes.

Toda una sorpresa. McDonagh logra una enorme frescura mezclando variopintos elementos, como el thriller, el spaghetti-western (la escena final recuerda sobremanera al cine de Sergio Leone), las ‘buddy movies’ ochenteras de parejas de policías incompatibles en la línea de Arma letal, el humor estilo Quentin Tarantino, las comedias de la productora británica Ealing, y el western con personajes realistas y las películas de temática irlandesa de John Ford.

No resulta extraño que con un guión tan atractivo, de trama central un tanto sencilla, pero lleno de hallazgos, el cineasta haya logrado reclutar a un reparto de primera fila, que cuenta con una estrella estadounidense, Don Cheadle, excelente para encarnar al policía extranjero, un Mark Strong que vuelve a brillar como villano, y sobre todo un Brendan Gleeson pletórico, que sorprende una vez más componiendo a un personaje que en principio parece una especie de Torrente irlandés, pero con un corazón de oro y sólidas convicciones morales.

El film comienza con un tono disparatado, pero sin embargo, adquiere progresivamente tintes dramáticos. Además, aportan bastante fondo sus reflexiones sobre la corrupción y la capacidad de redención del ser humano. La falta de presupuesto queda muy disimulada gracias a una factura técnica de primera, en la que sobresale la fotografía de Larry Smith, veterano profesional que ha ejercido diversos cargos en películas de Stanley Kubrick como Barry LyndonEl resplandor.

 

 

Fuente: www.decine21.com