loz0006Nos cuenta Vicente Lozano, redactor jefe en El Mundo, en su blog, cómo la productora de ‘There be dragons’ (Encontrarás Dragones), la última película de Roland Joffe que se estrena el próximo 25 de marzo, me invitó amablemente a un pase previo de la película, como ha hecho con tantos periodistas y críticos. Me gustó. No soy crítico de cine ni lo pretendo, pero ésta es mi visión de lo que he visto.

He visto a un gran director de cine que se atreve con un trabajo absolutamente complejo, sobre todo para la sociedad española: rodar una película sobre el bien y el mal; mejor, sobre la capacidad del hombre para amar y para odiar, basada en la figura del fundador del Opus Dei y ambientada en unos años atroces y hostiles como los de la Guerra Civil de 1936.

Joffé es un británico de origen francés, lo que complica un poco el conocimiento de las causas de nuestra contienda y sus consecuencias. Ha dicho en otras ocasiones que si hubiera participado en esa guerra lo habría hecho con los milicianos del bando republicano. Y en la película se nota. Joffé, que habla del bien y del mal, sitúa a buenos y malos en los dos bandos. Hay milicianos jóvenes e idealistas, capaces de amar en medio de aquel tormento y, a la vez, otros que matan a un cura a sangre fría en una calle madrileña. Como vemos a personas del bando alzado que sufren al pillarles el levantamiento en zonas que se mantuvieron fieles al Gobierno, a la vez que se refleja la brutalidad de algunos militares fascistas.

Joffé es agnóstico declarado y, como he dicho, de origen judío. Pero en la película plasma perfectamente el sentido cristiano del dolor, del amor a todos independientemente de la forma de pensar y capta especialmente bien el concepto católico de redención: nadie está predestinado para el mal y toda persona tiene oportunidades para convertirse. Una forma de ser reflejada a través de los acontecimientos vividos por Josemaria Escrivá antes y durante la contienda: su trabajo con los enfermos en Madrid, la fundación del Opus, la llegada de los primeros jóvenes que se le acercaron y su peripecia durante la guerra.

Todo ello tratado, y ahí considero que está el gran mérito de Roland Joffé, con transparencia, con credibilidad, sin prejuicios políticos ni religiosos. Cuenta los hechos de tal forma que te crees absolutamente que así hubieran sucedido… quizá porque así fue como sucedieron. Id a ver la película. Habla de sentimientos tan íntimos para todos que no os defraudará.

jueves 17 de marzo de 2011