Dirección: Paul Greengrass
Intérpretes: Matt Damon, Jason Isaacs, Brendan Gleeson, Greg Kinnear, Amy Ryan, Khalid Abdalla, Michael O’Neill, Antoni Corone
Guión: Brian Helgeland
Duración: 115 min.
Público apropiado: Jóvenes
Género: Bélico, Drama
Por decine21
ADM. Armas de Destrucción Masiva. Fue la razón esgrimida para la invasión de Irak en 2003, comandada por Estados Unidos. El subteniente Roy Miller comanda un grupo de marines, frustrado porque los lugares señalados por inteligencia como escondite de las ADM, no albergan dicho material. Cuando Miller se permite cuestionar la fiabilidad de las fuentes de inteligencia, sus superiores prácticamente le tapan la boca. En cambio, un oficial de la CIA desengañado, se convertirá en su inesperado aliado para dar con un antiguo general de Saddam Husseim, que podría saber algo sobre las ADM.
Adaptación del libro «Imperial Life in the Emerald City: Inside Iraq’s Green Zone», de Rajiv Chandrasekaran, analista político y corresponsal del Washington Post en Bagdad. Dos cineastas adrenalíticos -Brian Helgeland, guionista, y Paul Greengrass, director- imprimen un formidable ritmo a la trama, y entregan un buen film de denuncia política -la diferencia en tal sentido con En tierra hostil, la mejor película sobre la guerra de Irak hasta la fecha, es clara-, donde logran eso tan difícil de que no parezca que la narración esta atravesada de amargo resentimiento.
La mirada a los hechos es poliédrica y evita los trazos gruesos en la descripción de las partes implicadas, una telaraña de intereses bien urdida. Por ello tenemos a un militar empeñado en cumplir su misión de encontrar las ADM, esquivando trabas; un político poniendo ‘paños calientes’ a la cada vez más débil razón con la que se ha justificado la invasión; un opositor iraquí a Sadam, visto como un títere de EE.UU. por los políticos locales; un oficial de la CIA partidario de una estrategia realista, que debe contar con el ejército iraquí para reconstruir el país; los políticos iraquíes que comparten esta visión; un civil iraquí, improvisado traductor, perplejo por el modo en que se conducen los americanos; y la prensa, ingenua y fácilmente manipulable.
Hay un gran acierto en el casting. Matt Damon es un actor que ha mejorado con los años, su marine de este film es mucho más sólido que su etéreo militar de Salvar al soldado Ryan. Otros actores que, simplemente, te los crees, son Amy Ryan -la periodista-, Brendan Gleeson, el hombre de la CIA, y Khalid Abdalla, el traductor, que ya trabajó con Greengrass en United 93.