Arsénico por compasión (1944)

 

Casa de locos

En el momento en que va a salir de viaje de bodas con su esposa Elaine Harper (Priscilla Lane), el escritor Jonathan Brewster (Cary Grant) descubre que sus dos viejas y entrañables tías Abby (Josephine Hull) y Martha (Jean Adair) se dedican desde hace tiempo a envenenar ancianos solitarios que acuden a su casa para alquilar una habitación. El hermano de ellas (John Alexander), que en su locura se cree Teddy Roosevelt, entierra los cadáveres en el sótano suponiendo que construye el canal de Panamá. El problema se agrava cuando llega el hermano de Brewster, un criminal al que el doctor Einstein (Peter Lorre), ha convertido en la viva imagen del monstruo de Frankestein después de hacerle la cirugía estética.

Arsénico por compasión es una obra clásica en el género de comedia negra, que se puede ver una y mil veces. Desternillante, irónica y muy fina, pone sobre el tapete la escasa distancia que hay entre la razón y la locura. Tiene un ritmo enloquecido que se extiende a las actuaciones de sus intérpretes, y una magnífica sucesión de gags que convierten esta película en la más hilarante de su director. La interpretación de un Cary Grant que trata de mantener la cordura, casi en un continuo gesto de asombro, contagia al espectador.